La política y el deporte

Escrito por Rafael Sarmiento. Creado en Number1 opina

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Como supongo que todos saben, ayer se celebró el día de Cataluña, en el cual destacó una multitudinaria manifestación por la independencia celebrada en Barcelona. Esto, en teoría, no tiene nada que ver con el deporte, pero los vendedores de morbo se han lanzado sin clemencia a la búsqueda de la polémica innecesaria, ellos sabrán el por qué.


Se dice que Guardiola se mostró a favor de dicha independencia. Que el presidente del Barcelona acudió a la manifestación “a título particular”, según él. Que Piqué dijo en su día no se qué de las banderas independentistas o de “quitar a los madridistas la copa de su rey” (lo cual él desmintió rotundamente, pero da igual. La cuestión es polemizar). Que ahora resulta que el Barcelona quiere implantar una segunda equipación colorida como una bandera de la “senyera”…, y que Laporta ha dicho que quiere volver a ser presidente del Barcelona, pero en una Cataluña independiente.

En mi opinión, todo esto es una estupidez como la copa de un pino. No los sentimientos nacionalistas de quien los tenga, que eso es personal, sino el aprovechar una conmemoración en la que quien no es catalán no pinta nada para seguir buscando la forma de crispar al personal y de enfrentar a unos y a otros. Más que nada porque el hecho de que un señor sueñe con una Cataluña independiente no quita para que pueda aceptar sin problemas la situación actual y respetar a los demás del mismo modo en que pida que le respeten a él. Y todas estas chorradas que se publican hoy respecto a lo ocurrido ayer en Barcelona no hacen otra cosa sino entorpecer tal cosa.

Respeto. Es una palabra que últimamente se prodiga mucho en el mundo del fútbol. Respeto por los jugadores de otras razas, respeto por los rivales menores, los sevillistas hemos pedido respeto para con nosotros varias veces (recuerdo ese fantástico tifo de los Biris). Incluso, “Respect” es el eslogan de una campaña de la UEFA que busca eso, el respeto entre todos. ¿Cómo casa entonces toda esta oleada de buenos propósitos con la mezcla de la política con el deporte? ¿Qué tiene que ver el sentimiento nacionalista, o no, de un jugador o entrenador del Barcelona con el juego del fútbol?

Yo no sé qué piensan o dejan de pensar al respecto los jugadores del Barça. Ni sus entrenadores, ni sus directivos (salvo Laporta, que ya no está) ni nadie del club catalán. Y si lo sé, no me importa. Yo les respeto mientras ellos me respeten a mí.


Y lo que veo es a jugadores catalanes como Valdés, Puyol, Fábregas, Piqué, Xavi, etcétera, dándolo todo por la selección española. Eso en fútbol, porque si nos vamos a otros deportes, apaga y vámonos. ¿Por qué he de dudar de su buena voluntad? ¿Qué importan las ideas políticas que tengan siempre que sean respetuosas? Hace poco, en las Olimpiadas, un jugador catalán de hockey dijo que jugaba para España por obligación y se llevó tal aluvión de críticas que tuvo que cerrar su twitter. No mostró respeto y le pasó lo que le pasó. Él solito se lo buscó y se llevó su merecido. Pero él solito se lo buscó, ¿por qué tenemos que incitar a los demás a que les pase lo mismo? ¿Por qué no procuramos tener la fiesta en paz en vez de buscar problemas y enfrentamientos?

Yo debo ser muy ingenuo, pero pienso que deberíamos buscar puentes de unión, no una confrontación continua. Tratar de centrarnos en lo que nos une, no en lo que nos separa. Procuro hacerlo, tengo buenos amigos en Cataluña y nos llevamos muy bien. Y el deporte es un medio ideal para tal propósito. Ideal. ¿Por qué no lo utilizamos en ese sentido? ¿Por qué tenemos que pedir que Guardiola, o Rosell, o quien sea promulguen un patriotismo español que igual no sienten? ¿Por qué nos creemos en el derecho de obligarles a callar sus verdaderos sentimientos? Decir lo que uno siente no es una falta de respeto. Lo que hizo el jugador de hockey, sí, porque no se puede decir eso en plena concentración de la selección española. Pero, ¿expresar catalanismo el día de Cataluña es faltar el respeto a nadie? Lo serán ciertas manifestaciones de desprecio contra España, pero ¿simple y llanamente expresar catalanismo?

Repito, debo ser muy ingenuo, pero creo que lo de ayer no iba de deportes. Podemos hablar del tema político, discutir, concluir que en muchos aspectos es demagógico y absurdo. Pero lo de ayer no iba de deportes. Y a mí me gustaría que el deporte se utilizase para unir en lugar de para separar.

Twitter: @Ravesen_