Brigitte Yagüe, la única del mundo que ha ganado tres mundiales (2003, 2007 y 2009), a los que suma cuatro europeos (1998, 2002, 2004 y 2008), tenía una espinita clavada en los Juegos Olímpicos. Pero su plata en Londres 2012 ha borrado de un plumazo todos los malos recuerdos, como la eliminación en primera ronda de Atenas 2004 cuando era la favorita y su ausencia de Pekín 2008 por una lesión a última hora. Esta era la oportunidad de su vida y la luchadora de Palma de Mallorca no la desaprovechó.
Yagüe, de 31 años y número tres del ránking, sufrió en la final ante la china Jingyu Wu (número uno del mundo, campeona olímpica y doble campeona mundial) en un combate en el que nunca pudo pelear de tú a tú. Una patada en el casco abrió el marcador a favor de la asiática. Y con otra al peto dio el 4-0 con el que acabó el primer asalto. En el segundo tampoco le fue mucho mejor a la española. Logró su primer punto pero vio como Wu aumentaba su ventaja (7-1). Y en el último asalto, Brigitte Yagüe intentó hacer caer a la china en su trampa pero no lo consiguió. El inapelable 8-1 con el que acabó la pelea no quitó, sin embargo, brillantez a la medalla conseguida por la deportista de Palma de Mallorca. «En Atenas me pasaron factura los nervios», había explicado. Y en Pekín, donde tenía la opción de desquitarse, se rompió la mano izquierda en un entrenamiento a tres semanas del Preolímpico. «El peor momento de mi vida», declaró. Fan de las películas de Jean-Claude Van Damme, estaba siempre dando patadas y por eso su madre decidió que se apuntara a taekwondo. Con 16 años ya estaba en el equipo nacional donde se ha mantenido durante 15 campañas. Una lesión en el isquiotibial de la pierna izquierda afectó su preparación. Tampoco la ayudó la introducción de los petos electrónicos: «Me cuesta más adaptarme, llevo más años compitiendo con otro ritmo de combate, pero sigo ahí, sigo en ello», explicó antes de empezar los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Poco a poco se ha recuperado de sus molestias y ha superado los avances tecnológicos para adjudicarse una medalla de plata que sabe a gloria. Casada con el también taekwondista Juan Antonio Ramos (quinto en Pekín 2008) su nuevo reto será ser madre. Twitter: @NUMBER1Sport