El mundo del tenis siempre ha sido distinto al resto de modalidades deportivas, señorío y deportividad en estado puro pero algo está cambiando en los últimos años, el duelo Kyrgios vs Tsitsipas es un ejemplo de ello.
De un tiempo a esta parte hay cosas que han cambiado en la sociedad: las redes sociales tomaron el poder, se perdieron los valores en gran medida y el tenis, como si del mismísimo Doctor Jeckyll & Mr. Hyde se tratara, nos ha enseñado la transformación del mundo de la raqueta. No, no lo decimos por el hecho de que las nuevas reglas permitan que los entrenadores puedan hablar con los jugadores; mi reflexión viene por los últimos acontecimientos vividos en el duelo entre Kyrgios y Tsitsipas en Wimbledon, un Torneo señor donde los haya.
Pelotazos, insultos, acusaciones y un sinfín de acciones impropias de un Grand Slam fueron los protagonistas de una jornada en la que el tenis pasó a un segundo plano y la polémica centró el foco: «¿Eres estúpido? ¿Cómo puedes tirar una pelota a la grada, darle a alguien y no ser descalificado? ¿Tiene que salir herido para que le descalifiques?», reclamaciones del australiano Kyrgios al juez de pista después de que afirmó el jugador oceánico después de que el heleno Tsitsipas lanzara una bola a la grada y golpease a un aficionado.
Actitud ejemplar de Kyrgios, quien curiosamente ha sido, en otras ocasiones, el ‘Rey de la fiesta’ y más noticia por sus provocaciones que por el tenis increíble que vive en él. Su rival, Tsitsipas perdió un punto por recibir dos advertencias y salirse de sus casillas, algo impropio en él y no dudó en atacar en la posterior rueda de prensa a su rival al que tachó de «acosador, se burla de los oponentes. Probablemente porque era un matón en la escuela. No me gustan los matones», añadió sobre el australiano.
Nick Kyrgios le respondió sin dudar explicando que «él fue quien me tiró bolas a mí, golpeó a un espectador y peleó con el juez de silla, yo no hice nada irrespetuoso hacia Stefanos Tsitsipas. Lo que debe hacer es encontrar la forma de ganarme». Un duelo dentro y fuera de la pista que aún no ha terminado a pesar de que la organización de Wimbledon haya sancionado ambos tenistas por su vergonzosa actitud. Cuatro mil dólares a Kyrgios y diez mil al heleno. Pero curiosamente, Wimbledon pasó de castigar a Kyrgios con su sanción económica a ‘homenajearle’ colocando su partido en la pista central apenas un día después de tan lamentable partido.
Un espectáculo para el olvido sobre la tierra londinense y en la posterior rueda de prensa que debe servir de ejemplo sobre que no debe ocurrir en un deporte señor como el tenis. Ahora, el caprichoso cuadro de Wimbledon ha querido que mañana se vean las caras en semifinales se dos lados opuestos: el carácter irritante de un genio como Kyrgios con el señorío y buena cabeza de Rafa Nadal, sin duda el sucesor de Roger Federer, el alumno que superó a su Maestro con sus mismas armas, señorío y saber estar contra locura y provocación en la pista. ¿Quién ganará?
Por: JOSÉ MIGUEL MUÑOZ @tara11iker
Foto: Séptimo Game
