Han pasado 30 años de aquella histórica semifinal de la Eurocopa del 84 cuando España lograba su pase a la gran final. NUMBER 1 rinde homenaje en esta noche de San Juan al gran Luis Arconada.
Han pasado 30 años de aquella noche, 30, pero lo recuerdo como si fuera ayer, como si esos 30 años hubieran sido apenas 30 minutos, o 30 segundos, como si no hubiera transcurrido apenas tiempo de aquella noche mágica del 24 de junio cuando España lograba ante Dinamarca el pase a la gran final de la Eurocopa del 84 tras vencer a la selección danesa en la tanda de penaltis, y terminar el choque de semifinales y la prórroga en empate a un gol.
Aquella noche seria recordada siempre porque España, poco dada por aquellos tiempos a alegrías, títulos y finales lograba su clasificación para la gran final de la Euro del 84, veinte años después de aquel título de 1964. Pero si hubo alguien que brilló de forma especial aquella noche de San Juan, ese no fue otro que Luis Arconada, el portero de la selección que con su actuación nos hizo soñar.
Fue aquella noche de San Juan, aquella noche mágica que desde entonces bautizó el gran José Ángel de la Casa como la noche de San Luis, la noche de San Luis Arconada. La noche en la que Arconada, el mejor portero de todos los tiempos para quien escribe estas líneas, ofreció un recital de cómo parar lo parable y… lo imparable.
Paradas increíbles, vuelos imposibles, intervención tras intervención volando de palo a palo como si de un súper héroe se tratara, eso es lo que hizo aquella noche Luis Arconada ante la impotencia de los jugadores daneses y la selección de Dinamarca, sin duda la gran sensación de aquella Eurocopa del 84. Por no faltar no faltó ni que parara un penalti en la tanda a Laudrup, quien poco después jugara en Barça y Real Madrid, que el árbitro mandaría injustamente repetir ante la rabia contenida del mítico cancerbero donostiarra.
El resto de la historia es conocida por todos, España lograba el pase a la gran final, y en esa final llegó el maldito gol de Platini… y hasta aquí puedo leer, porque no voy a cometer el mismo error de aquellos que injustamente han castigado al mejor portero de todos los tiempos por sólo un error. Es lo que tiene este país, tan dado a subir mitos e ídolos para luego cargárselos a las primera de cambio.
Pero eso desgraciadamente es historia. Por eso hoy, que se cumplen 30 años de aquella mágica noche quiero acordarme de Luis Arconada y de toda su familia: Carmen, su esposa, y sus hijos, Luis y Nerea, a los que tanto debo. A dos días de tu cumpleaños, amigo Luis, y en el mismo día en el que la otra España, la de Del Bosque, decía adiós al Mundial de Brasil por la puerta de atrás pese a su condición de vigente campeón.
Ese mismo Mundial en el que Iker Casillas ha vivido la parte más amarga del fútbol, aquella que otro gran portero e ídolo del madridista tuvo que sufrir treinta años antes, así lo ha querido el caprichoso destino. Pasarán 30 años más, pero en mi mente, y en mi corazón, estará (esté yo donde esté) el recuerdo de un gran portero y un gran hombre llamado Luis Arconada Echarri.
¡Va por ti amigo! ¡Gracias de corazón!
Twitter: JOSÉ MIGUEL MUÑOZ @tara11ara