No fue un partido brillante pero se logró lo que importaba, la victoria para un Real Betis necesitado de alegrías y que con este triunfo deja a Osasuna en una delicada situación: al borde del descenso.
REAL BETIS: Adán, Rafa Navarro, Mandi, Pezzella, Tosca, Durmisi, Rubén Pardo (Donk, minuto 88), Brasanac, Dani Ceballos (Petros, minuto 88), Sanabria y Rubén Castro (Joaquín, minuto 65). OSASUNA: Sirigu, Buñuel, Oier, Vujadinovic, Clerc, Fran Mérida (Causic, minuto 69), Roberto Torres (De las Cuevas, minuto 74), Raoul Loé, Jaime Romero, Sergio León (Oriol Riera, minuto 74) y Kenan Kodro. GOLES 1-0, minuto 4: Rafa Navarro. 2-0, minuto 28: Rubén Castro. ÁRBITRO: Álvarez Izquierdo, catalán. Cartulinas amarillas para Kenan Kodro, Fran Mérida y Buñuel. NUMBER 1 DEL REAL BETIS: Rafa Navarro. Importantísima victoria del Real Betis, triunfo que no significa que haya ofrecido una mejoría de anteriores partidos en casa, pero del que se recordará lo más importante, los tres y valiosos puntos sumados por los verdiblancos ante un rival con más de medio pasaje con destino a Segunda división comprado. Porque el Betis ganó, pero especialmente lo hizo porque enfrente no tenía rival de comsideración.
Osasuna tiene mala pinta, y eso permitió al Real Betis a solventar pese a no hacer grandes alardes un partido con mucho más que tres puntos en juego. Primero porque deja atrás a un posible rival, que ya no lo es, en la lucha por el descenso, y de otro porque tras las dos decepciones, de Coruña y Madrid, con las dos más que polémicas decisiones arbitrales de por medio, una victoria era el mejor bálsamo posible. El Betis no hizo nada en especial, pero sí lo más importante, marcar dos goles más que su rival, y una prueba de que su rival apenas ofreció resistencia es el hecho de que a los cuatro minutos el Betis ya ganara uno a cero, obra del canterano Rafa Navarro, y antes de la media hora, el segundo por medio de Rubén Castro que volvió a marcar tras dos veces, con asistencia del propio Rafa Navarro. Dos goles muy tempranos que invitaban a pensar que se viviría una noche de goles en el Benito Villamarín. El partido en sí tuvo poca o nada de historia, tan sólo destacable los tres puntos de oro que además de servir para alejarse de los puestos bajos de la clasificación sirve igualmente para dar una alegría a una afición, sufridora como ninguna y a la que ya le tocaba celebrar un triunfo. Mucho que mejorar para un Real Betis que no siempre tendrá enfrente un rival tan ‘blando’ como Osasuna, que salvo milagro poco improbable, huele de lleno… a Segunda. JOSÉ MIGUEL MUÑOZ @tara11iker Foto: JOSÉ EMILIO GÓMEZ @JoseEmilioGomez
