David Ruiz

Sevilla FC 1 – 2 Arsenal – Su planta es la inferior

Escrito por David Ruiz. Creado en Sevilla FC

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El Sevilla FC cayó ante el Arsenal en Champions y se complica su pase a octavos. Compitió el Sevilla ante un gran equipo que fue superior a los hispalenses. Gabriel Jesús desatascó el encuentro con dos chispazos que pusieron muy cuesta arriba la gesta. Gudelj acortó distancias cuando parecía que habría goleada y, a partir de ahí, el Sevilla compitió con mucho corazón. No fue suficiente, pero se va con la cabeza alta.

 

SEVILLA FC: Nyland; Jesús Navas (Juanlu, minuto 78), Sergio Ramos, Gudelj, Acuña; Sow (Lamela, minuto 57), Soumaré, Rakitic; Lukebakio (Lamela, minuto 57), En-Nesyeri y Ocampos.

ARSENAL: Raya; White, Saliba, Gabriel, Tomiyasu; Odegaard (Havertz, minuto 72), Jorginho, Rice; Saka (Nketiah, minuto 80), Gabriel Jesus (Trossard, minuto 80) y Martinelli (Kiwior, minuto 91).

GOLES: minuto 45: Martinelli. 0-2, minuto 53: Gabriel Jesús. 1-2, minuto 58: Gudelj.

Árbitro: Glenn Nybert, sueco. Amarillas para Mariano, Jorginho y Lamela.

Incidencias: Estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante 41.000 espectadores

El Number 1 del partido: Soumaré

La Champions no es la competición del Sevilla FC. La desea, la busca cada año. pero siempre tropieza en piedras similares. Esta noche el Arsenal le ha dado un correctivo a un club y una afición ilusionada, que sabe que es grande, pero que, a día de hoy, es insuficiente para pelear con los mejores equipos del momento. Se pueden sacar cosas muy positivas del partido, por supuesto, pero solo con dignidad no se avanza en la máxima competición europea.

Porque el Sevilla comprobó ante el Arsenal que hay equipos que están construidos mucho mejor que él, con mejores jugadores que no tienen por qué arrugarse en un ambiente infernal. La puesta en escena del conjunto gunner fue sencillamente la de un equipo mastodóntico. El Sevilla no pudo más que contemporizar, defender con balón mientras pensaba en cómo meterle mano a su rival y, a la vez, manteniendo una alta concentración para no sufrir.

Aún así el Arsenal en todo momento se sintió superior. Era quien manejaba realmente la situación. Esperaba cuando tenía que esperar, presionaba cuando tocaba, mantenía posesiones para desgastar y verticalizaba al mínimo error. Nyland tuvo que intervenir para no recibir el primero, pero el equipo de Arteta ya sabía que el partido lo iban a decidir ellos mismos. Incluso el propio Sevilla lo sabía, pese a que se esforzaba en cada acción por evitarlo.

El problema es que ese momento anunciado llegó cuando moría la primera mitad, con una acción de quilates de Gabriel Jesús que posteriormente Martinelli no falló. Fue un duro golpe, justo cuando se encaminaba el Sevilla a los vestuarios con la moral alta por aguantar durante 45 minutos a un rival mejor. Todo se fue por la borda y se notó en el inicio de la segunda mitad.

Gabriel Jesús, de nuevo, se sacó un golpeo exquisito de una jugada individual que ponía tierra de por medio, dejando en evidencia a todo un Jesús Navas. Y es que pese a que el Sevilla cuente con hombres históricos como Ramos, Navas o Rakitic, ante este tipo de rivales demuestran que ya no llegan. Al menos no para salvar de forma constante, y justo eso es lo que se requiere cuando te enfrentas a un equipo que en cada jugada va a dañarte.

El Sevilla tiró la toalla y si el Arsenal no marcó el tercero fue porque no estuvo acertado, como sí lo estaría Gudelj en un cabezazo tras un buen córner de Rakitic. Un gol que cambió los aires del partido, aunque no amedrentó al Arsenal. La afición se animó y el equipo sevillista fue en busca del empate, más por corazón que juego. Ese empuje es de alabar, porque no hay equipo que sepa apaciguarlo en el mundo, aunque sí saber afrontarlo.

Y el Arsenal lo hizo. Mutó en un equipo aguerrido defensivamente que no dejaba espacios, que obligaba al Sevilla a atacar muy desde atrás o de forma previsible. Los de Diego Alonso lo intentaron, pero no les dio. Hizo pocos cambios el uruguayo, que dio demasiada confianza a hombres que no eran capaces de más y, los que entraron, no agitaron lo suficiente. El resultado, decir adiós a la Champions y descubrir que su sitio, hoy por hoy, está en la planta inferior.

Twitter: DAVID RUIZ @David_ruizm

Fotos: Q. Pérez-Ventana (@perezventana)