El Sevilla FC empató un mal partido con un gol de En Nesyri en la última jugada. Fue otro paupérrimo encuentro de los de Mendilibar, sobre todo en la primera parte. Señaló a Fernando con su sustitución y este se marchó enfadado. La entrada de Pedrosa y Rakitic en la segunda parte le dio otro aire al equipo, aunque tuvo más empuje que plan establecido. Pocos resultados y poco juego que hacen que Mendilibar pueda ser despedido.
SEVILLA FC: Nyland, Juanlu (Jesús Navas, minuto 78), Badé, Gudelj, Acuña (Pedrosa, minuto 46), Fernando (Rakitic, minuto 37), Sow, Suso (Rafa Mir, minuto 81), Óliver Torres (Ocampos, minuto 46), Lukebakio y En-Nesyri RAYO: Dimitrievski, Balliu, Lejeune, Aridane, Espino, Ciss, Óscar Valentín (Kike Pérez, minuto 83), Isi (Chavarría, minuto 83), Álvaro García (De Frutos, minuto 83), Raúl de Tomás (Camello, minuto 69) y Trejo (Unai López, minuto 55). GOLES: 0-1, minuto 21: Óscar Valentín; 0-2, minuto 26: Álvaro García; 1-2, minuto 50: Sow; 2-2, minuto 90+6: En-Nesyri. Árbitro: Isidro Díaz de Mera Escuderos, del colegio castellano-manchego. Amarillas para Gudelj, Sow, Suso, Jesús Navas, Joan Jordán, Aridane y Kike Pérez. Incidencias: Estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante 35.000 espectadores El Number 1 del partido: Juanlu Todo parece indicar que será una nueva temporada aciaga en Nervión. Mendilibar parece tener las horas contadas tras el enésimo traspiés en lo que va de curso y ya no se puede sostener ni su pasado exitoso con el club ni los escasos momentos de buen juego. Porque su Sevilla es predecible, parece encorsetado a una única idea que solo da resultados si funciona y, además, empieza a no tener defensores en el vestuario. Fernando se marchó ayer cabreado con su entrenador después de que lo señalara en el minuto 35 con su cambio. Pero quizá no fue lo peor que decidió Mendilibar, pues el braisleño estaba mal y Rakitic le dio más poso al equipo. El error de Mendilibar fue volver a rotar jugadores y restar competitividad a un equipo que no anda sobrado de ella. Fernando fue el señalado, pero lo pudieron ser Suso, Óliver Torres o Acuña.
El argentino completó una de las peores primeras partes que se le recuerda. Desesperado con el arbitraje y errático en el pase. De un error suyo nació el segundo tanto del Rayo, en cuya primera media hora pasó por encima de un Sevilla desdibujado y sin ideas. El mazazo anímico influyó en la grada, que se desesperaba viendo como su equipo no tenía reacción. Al menos, en la segunda parte, sí la iba a encontrar. Sow empató pronto y eso dio alas a un Sevilla que se comió al Rayo, pero más por empuje y aliento de la grada que por fe ciega en el plan. Un plan que, todo sea dicho, consiste en abusar de centros laterales y ganar segundas jugadas. Le funcionó al Sevilla durante 15 minutos de la segunda parte, pero luego fue cayendo poco a poco. Y es que el Sevilla de Mendilibar es un efecto efervescente al que cada vez le cuesta más mantener. La tuvo Rafa Mir en el descuento, aunque su entrada tampoco le dio mucho al equipo sevillista. Mendilibar tardó en los cambios y en el uso del 4-4-2. También quitó del campo a Juanlu, que estaba siendo un puñal por la banda y cambió varias veces de posición a jugadores en busca de un efecto que no se produjo. Su suerte estuvo en la cabeza de En Nesyri, de las mejores del mundo, que rescató en el descuento su, paradójicamente, cabeza. Un punto celebrado a medias porque pese a que se salvó la derrota, la afición empieza a estar harta. Harta de mediocridad, de ver a un equipo del que disfruta a cuenta gotas, de tantos problemas y cambios institucionales. Quiere estabilidad, proyecto y sentirse identificado con su club y eso, actualmente, parece imposible que se de. La bocina salvó al Sevilla esta vez, pero seguramente ya sea tarde. Twitter: DAVID RUIZ @David_ruizm Fotos: Sevilla FC
