Según sople el viento

Escrito por Number 1 Sport. Creado en El Lector opina

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SEGÚN SOPLE EL VIENTO. Por Fermín Hevia.

La rueda de prensa de José María del Nido estaba perfectamente preparada. No sólo era un discurso sólido, sino que conocía perfectamente el runrún que había en la calle sobre la posibilidad de que Manuel Vizcaíno y alguno de sus hijos ocupasen cargos de mayor responsabilidad dentro de la estructura del Sevilla Fútbol Club. Lanzó los mensajes como siempre, de forma directa y clara, dando bofetadas sin manos a aquellos periodistas que habían lanzado rumores de forma, como se vio a posteriori, totalmente infundada sobre el devenir de los actores que conformarían el nuevo cuerpo directivo.

El mensaje también fue meridiano: paso atrás, ya no vivimos en la época de vacas gordas. Hay que tener los pies en el suelo porque no tenemos dimensión para optar a cosas de más enjundia. Hay que ser ambicioso, pero ambicioso dentro de nuestras posibilidades. Se ha fallado y ahora hay que reconducir esto.

Sin duda, Del Nido dio a todos un mucho o un poco de lo que se quería oír. Para unos, la reafirmación de que el proyecto sigue siendo sólido, que se ha hecho autocrítica y que, ahora sí (te lo juro por mis muertos), sabemos lo que hay que hacer para hacer un necesario reinicio. Para otros, se vio un Del Nido reconociendo fallos y hablando sin tapujos a la afición. Un maestro ganando tiempo y opiniones.

Yo es que soy muy cínico y retorcido ¿para qué negarlo? Oigo a Del Nido y me apasiona su labia sincera pero arrogante a la vez. Es un orador como pocos, al nivel de los mejores, sobre todo si lo entiendes en clave sevillista. Sin embargo, me da la impresión (y ahí están las fonotecas, videotecas, hemerotecas y demás cosas que acaben con el sufijo -eca) que Del Nido cambia el discurso como le viene en gana. No se cansa de repetir que el Presidente del Sevilla Fútbol Club, que él lo es y además lo reitera cada vez que puede, dice lo que en cada momento le conviene a la entidad. A mí me parece que José María Del Nido dice lo que en cada momento le conviene más a José María Del Nido. No hay más.

El discurso de ayer es falsamente autocrítico y humilde. Se reconocen fallos garrafales que han ocasionado dispendios innecesarios en el equipo, pero se mantiene en su cargo, y renovado por 5 años, al máximo responsable de haber fichado jugadores mediocres a precios desorbitados, de no haber acertado con la tecla ni de entrenador, ni de cuerpos médicos, ni de modelo de juego y de haber, paulatinamente, descapitalizado a una plantilla hasta llevarla a la mediocridad más absoluta. Tampoco se habla de las absolutamente desastrosas campañas de marketing, de la camiseta con los mensajes mesiánicos e irrisorios, de no haber tenido publicidad (y los ingresos derivados de ella) hasta el final de temporada, de las mil y una camisetas que nos hemos tenido que comer por el pufo de la Europa League, etc…

Tiene la, desde mi punto de vista, absoluta desvergüenza de justificar la compra masiva de acciones para él y sus cachorros con la «paz institucional» y decir que nadie tiene su pedigrí para dirigir la entidad nervionense. Evidentemente, nadie ha sabido moverse mejor que José María Del Nido entre las luchas de poder internas de los diferentes «gobiernos» sevillistas. Ha estado en todos, hasta que ha alcanzado el culmen dirigiendo a la club y no piensa soltar el bocado, como buen perro de presa. Si alguien estuviese más capacitado que él para dirigir la nave rojiblanca, desde luego nunca lo sabremos.

Del Nido es un prestidigitador de la palabra. Es alguien capaz de convencer a una afición de más de un millón de sevillistas de que el Sevilla Fútbol Club está capacitado para luchar los mejores títulos, que Sevilla es CIUDAD DE CHAMPIONS (miren sus carnets de la 2009/2010) y que estamos llamados a ser el tercer equipo de España (no se engañen, en aquel momento Valencia y Atlético seguían teniendo más presupuesto que nosotros, ahora hay un agente nuevo, el Málaga, por eso ahora somos el 6º o el 7º) y, después de los esperpentos en la planificación en los últimos cinco años, venirnos con el discurso de que Sevilla es una ciudad pobre, que no hay entidad ni masa crítica para luchar por entrar en la máxima competición europea y que, además, hemos sido un nuevo rico viviendo por encima de nuestras posibilidades. Los que antes creían a pies juntillas una cosa, ahora creen dogmáticamente en la otra. Mago, José María, eres un mago.

En cualquier caso, la situación es la que es: cortitos de dinero, papelón en la temporada, aumento exponencial de la mediocridad en nuestras filas y un perro igual de viejo y feo al que han querido lavarle la cara (espero ansioso el movimiento interno de fichas). Independientemente de lo que pase entre este mes de Junio y el del año siguiente, el daño ya está hecho. Una temporada buena no salvará, en mi opinión (que es la mía como tú debes tener la tuya), a los responsables de empobrecimiento general del Sevilla Fútbol Club. En cualquier caso, no se preocupen, Del Nido tendrá el discurso adecuado para la circunstancia adecuada. Hablará según sople el viento; y nos lo creeremos.

Twitter: @Ninjalepero