Lewis Hamilton partirá desde la primera posición de la parrilla del Gran Premio de Singapur, después de marcar una pole con una superioridad aplastante. El piloto británico se ha confirmado como el gran favorito para este fin de semana, después de cuajar un gran rendimiento en los últimos Grandes Premios. Fernando Alonso saldrá quinto y tendrá que pelear duro por subir al podio de Singapur, una de sus carreras predilectas.
El gran momento que atraviesa McLaren ha quedado patente en las últimas carreras. De hecho, esta ha sido la cuarta pole consecutiva que marca la escudería de Woking, algo que no se producía desde la campaña 1999, año que acabó proclamándose campeón del mundo el finlandés Mika Hakkinen. Hamilton tiene ante sí una oportunidad de oro para reducir la diferencia de 37 puntos que aún le separan de Fernando Alonso en la clasificación general. El piloto español partirá en la prevista quinta plaza que le colocaban en Ferrari, algo que aún le deja con serias opciones a podio. La dificultad de un circuito como este, unido a la gran regularidad de la que ha hecho gala el piloto asturiano a lo largo de esta temporada, hace pensar que el tercer o el segundo puesto, con un poco de suerte, está al alcance de la mano. Alonso en ningún momento tuvo opciones de pelear, ya no por la pole, sino siquiera por la primera línea de parrilla. El piloto español ya avisaba en la previa que eran bastante menos competitivos que en Monza, y tras los entrenamientos libres quedó patente que iba a sufrir para no alejarse de los favoritos: Lewis Hamilton y Sebastian Vettel, a los que se uniría un invitado sorpresa en la Q3 definitiva. Hamilton y Vettel se mostraron como los más fuertes, tanto en la Q1 como en la Q2. El de McLaren y el de Red Bull se turnaron al frente, a más de un segundo de sus rivales, entre los que se encontraba un Fernando Alonso que no pudo dar más de sí. La diferencia se atenuaba con el compuesto de neumáticos más duro aquí, el ‘blando’, pero con el más blando aquí, el ‘superblando’, las diferencias se distanciaban demasiado. Se confirmaban así las sensaciones un tanto pesimistas que tenían en Ferrari tanto el viernes como en los libres de este sábado, cuando apuntaban que la posición más lógica que prever para Alonso era, como mucho, un quinto puesto, dado que no optaba a mucho más. En ese puesto, y gracias a un último intento un tanto forzado con el penúltimo juego de neumáticos superblandos disponibles, se clasificó el asturiano para la Q3.