España jugó sin delanteros y empató en su debut ante Italia (1-1)

Escrito por Nacho Mateos. Creado en Más Fútbol

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La selección española utilizó un sistema que sorprendió a todos al jugar sin delanteros, y empató a uno ante Italia en el debut en la Eurocopa. Jesús Navas fue el revulsivo de España en una segunda parte en la que quedó demostrado que Fernando Torres no puede ser «el nueve» que pide la gran mayoría de la prensa para el equipo español.


España: Casillas; Arbeloa, Sergio Ramos, Piqué, Jordi Alba; Busquets, Xabi Alonso, Xavi, Iniesta, Silva (Navas, m.65); y Cesc (Fernando Torres, m.74).
Italia: Italia juega con: Buffon; Giaccherini, Chiellini, De Rossi, Bonucci, Maggio; Marchisio, Thiago Motta (Nocerino, m.89), Pirlo; Cassano (Giovinco, m.65) y Balotelli (Di Natale, m.56).
Goles: 0-1, m.60: Di Natale. 1-1, m.64: Cesc.
Árbitro: Viktor Kassai (HUN). Amonestó a Jordi Alba (67) y Arbeloa (84) y Torres (84) por España; y a Balotelli (37), Bonucci (67), Chiellini (79) y Maggio (89) por Italia.
Incidencias: encuentro correspondiente a la primera jornada del Grupo C, disputado en el estadio Arena Gdansk, ante la presencia de 39.000 espectadores. Estuvieron en el palco de honor los Príncipes de España, el presidente del Gobierno Mariano Rajoy, el presidente de Uefa Michel Platini y el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Ángel María Villar, entre otras personalidades.
El Number 1 del partido fue Andrés Iniesta.

España comenzó la defensa del título con un empate a uno. Italia complicó mucho la vida a los españoles desde el inicio, en parte debido a que España no salió a jugar como España, en parte porque al fútbol se juega con delanteros, al menos con uno, y… en parte porque Fernando Torres no es el mejor delantero español y sin embargo cuenta con un apoyo a todas luces inmerecido.

Tras una primera parte en la que el juego estático y las pizarras dominaron y coartaron la libertad de los jugadores, Di Natale adelantó a los transalpinos nada más saltar al campo en la segunda mitad y Cesc, que actuó de falso delantero, logró empatar a los tres minutos.

A partir de ahí, España se convirtió en un ciclón con la entrada de Jesús Navas, y eso que Fernando Torres falló y erró en todo lo que intervino.
Pero queda mucho campeonato y ante Irladna y Croacia hay margen para recuperar la mejor versión de la campeona de Europa y del mundo.

España e Italia arrancaron sorprendiendo a propios y extraños. Del Bosque, previendo que Prandelli iba a salir con cinco defensas, decidió prescindir de un delantero y colocar a Cesc como falso ‘9’. Sin embargo, Italia varió el planteamiento. No fue de la de Italia conservadora que conocemos. Prandelli sí colocó a De Rossi entre los centrales Bonucci y Chiellini. Pero la mentalidad era distinta. Adelantó mucho la defensa. Los laterales se convirtieron en interiores y la defensa se quedó casi en tres hombres.

Eso trastocó a una España que estaba maniatada. Con demasiados hombres entre la defensa y Cesc. Y sin una referencia que hiciera retrarse a los defensas transalpinos. Se echaba de menos a Villa. Busquets y Xabi Alonso se estorbaban. Xavi intentaba abrir hacia Iniesta y Silva pero estos tendían demasiado al centro. Así, se repetía una y otra vez la misma cantinela. España se empeñaba en penetrar por el centro al llegar al área e intentar rematar en la misma línea de gol. Por ahí, todo se quedaba en nada.

Mientras, Italia seguía sin variar su intención. Aguantar lo más lejos de Buffon y al robar mantenía la calma, elaborada y esperaba la movilidad de Cassano para crear peligro. Y lo creaba. Maggio también subía por la derecha como una locomotora y ponían en más de un apuro a Jordi Alba.

El único español que parecía comprender la delicada situación era Iniesta, que tiraba de calidad para llevarse con él a la defensa rival y abrir los mínimos huecos que dejaban. Una de Iniesta, otra de Cassano. El exmadridista probó en el 22 y tiró raso que a punto estuvo de convertirse en el 0-1. Y contrarrestaba Iniesta.


El descanso llegó tras una nueva intentona de Iniesta, que controló un pase de Xavi y su tiro se salió alto, y un remate de cabeza de Thiago Motta que puso a prueba la solvencia de Casillas.

Del Bosque cometió el error de mantener el mismo once pese a que la primera parte España no había estado nada cómoda sobre el césped del Arena Gdansk. Pero sí cambio el ánimo de los españoles. Salieron más enchufados. Dispuestos a encerrar a los italianos. Así se sucedieron tres ocasiones en los primeros minutos de la segunda parte.

Pero las cosas pintarían mal. Primero, un fallo de Ramos puso el suspiro en la grada. Se quedó solo Balotelli, corrió ante Casillas, pero el propio Ramos llegó antes para robarle la cartera. Fue el preludio del gol italiano. Prandelli cambió precisamente al delantero del Manchester City, que le torció el gesto. Y su sustituto, Di Natale, tardó menos de cinco minutos en anotar el primero de la tarde.

Pirlo, en el primer balón que tocaba en campo ajeno, puso un balón perfecto para la carrera del ariete del Udinese, que salvó la salida de Casillas. Mazazo. La sombra de Suiza reaparecía. La maldición del primer partido.

Nada más lejos de la realidad. España se vino arriba. Se cansó de no ser ella misma. Y Cesc hizo de ‘9’, de goleador. El del Barça recogió un balón perfecto de Silva entre los dos centrales y puso el empeine para colocar el empate en el marcador. Vuelta a empezar en el 64.

Y Del Bosque comenzó a redibujar la pizarra. Abrió el campo metiendo a Navas por el asistente Silva. España tuvo, para empezar, dos buenas opciones con un tiro potente de Iniesta y una chilena de Ramos. Italia volvía a tener el miedo en el cuerpo. Jesús Navas comenzó a hacer de las suyas y revolucionó el ataque español que se habría en más metros de campo y ofrecía más problemas a la zaga italiana. El jugador del Sevilla FC serpenteó pegado a la cal para colocar un centro templado para el zapatazo de Jordi Alba al borde del área. El segundo se olía. Pero para ambos combinados. Porque Italia también se estiraba. Giovinco, que había entrado por Cassano, conectó a las mil maravillas con Di Natale, que enganchó una volea que rozó el palo derecho de Casillas.

Torres estaba en el campo y España ya jugaba con un delantero, o al menos sobre el papel, porque todo lo que hizo lo hizo mal. En una carrera tras un magnífico pase de Jesús Navas, Torres se encontró ante Buffon, pero el jugador del Chlesea estuvo lento y mal.

El partido se rompió definitivamente a falta de cuarto de hora para el final. Ida y vuelta. Y en esa situación, Xavi e Iniesta estaban en su salsa. Manejando los tiempos y los pases. A estas le llegó de nuevo el balón a Torres pero de nuevo se entretuvo demasiado en el área y desperdició otra gran ocasión de gol.
E incluso tuvo otra más Torres, en esta ocasión no vio a Navas que estaba completamente sólo e intentó una vaselina con Buffon vendido. El balón se enganchó en el techo de la red. Tres ocasiones falladas como tres soles, actuación desafortunada que deja a Torres, al que pone a Torres y a los que apoyan a Torres a la altura del betún.

A España todavía le dio tiempo antes del pitido final para trenzar otra jugada eterna. Iniesta metió la directa, dejó para Xavi y este para la llegada de frente de Alonso, que tiró con dureza a la izquierda de Buffon. Al final, empate a uno. Reparto de puntos entre las dos favoritas en el grupo C. Debería ser suficiente teniendo en cuenta la inferioridad de Irlanda y Croacia. Pero en una Eurocopa no hay que fiarse. España se mereció ganar en la segunda parte, pero visto lo visto en la manera con la que encaró el partido… el empate es un mal menor.

Twitter: @NachoMateos