Algo se muere en el alma… Cuando una madre se va

Escrito por José Miguel Muñoz. Creado en Nuestros números 1

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José Miguel Muñoz, Papá y Mamá

No era famosa ni pretendía serlo, pero era el centro de mi vida junto a mi padre y mi hijo Iker. Mi madre se fue ayer al Cielo; nos deja rotos, pero orgullosos de ser parte de su vida.

Ni era famosa ni nunca pretendió serlo. Era tan humilde que siempre supo estar a la sombra, sin querer protagonismo alguno, aunque pese a que esa humildad le hacía evitarla, siempre era el centro de atención de todos los sitios donde estaba. Por su belleza, su bondad, su humildad, su generosidad, pero especialmente por ser siempre tú.

Una mujer elegante, educada, sincera, bella, por fuera, pero lo más importante… Por dentro.. Una esposa fiel, una madre entregada, una persona dedicada cien por cien a los suyos. Por eso, ahora que ha llegado el momento del adiós, duele especialmente una despedida sin posibilidad de retorno.

Se me parte el alma al pensar que no voy a volver a escuchar tu voz, decirme que soy tu niño chico, ese con el que tenías una complicidad tan especial que no necesitábamos decir te quiero, ya que una mirada era más  que suficiente para hacerlo. Tú querida Mamá eres, porque para mí nunca te irás, la mujer de mi vida, la persona más especial que haya podido conocer y ese espejo en el que mirarme para aprender lo más complicado de esta vida… Ser buena persona.

Ahora comienza el partido más complicado, ese en el que el motor de nuestro equipo no nos acompaña porque alguien llamado Dios le ha fichado para su equipo celestial… Tus palabras del pasado viernes cuando nos dijeron que no había solución han quedado grabadas en mi corazón, en ese mismo corazón que roto llora ahora desconsolado, por la pérdida del ser más  especial que existió jamás. Te quiero mamá.

NOTA: Disculpen este día de luto sin información ni portada deportiva. Mi madre se lo merece. Gracias.

Twitter: @tara11ara