Real Sociedad, 1(2) : Remiro; Gorosabel (Zaldua, 91’, (Bautista, 120’)), Zubeldia, Le Normand, Monreal; Guevara (Zubimendi, 106’), Mikel Merino, Guridi (Barrenetxea, 81’); Portu (Januzaj, 103’), Isak (William Jose, 91’), Oyarzabal.
FC Barcelona, 1 (3): Ter Stegen; Mingueza (Junior, 114’), Lenglet, Araujo, Jordi Alba; De Jong, Busquets (Pjanic, 91’), Pedri (Riqui Puig, 91’); Griezmann, Dembélé, Braithwaite (Trincao, 78’).
Penatis: Bautista, falló (0-0); De Jong, al palo (0-0); Oyarzaba, falló (0-0); Demblélé, gol (0-1); William Jose, al palo; Pjanic, gol (0-2); Merino, gol (1-3); Griezmann, falla (1-2); Januzaj, gol (2-2); Riqui Puig, gol (2-3).
Estadio: Nuevo El Arcángel. Sin público
Árbitro: Munuera Montero (colegio andaluz). Amonestó a Dembélé (54’) y a Mingueza (97’), para el Barcelona, y a Le Normand (58’), de la Real.
Partido épico el que ofrecieron Real Sociedad y FC Barcelona correspondiente a la primera semifinal de la Supercopa de España, título que volvía a estar cerca del equipo txuri urdin, el primero en sumar a sus vitrinas el prestigioso trofeo tras aquella final que los donostiarras jugaron a doble partido frente al Real Madrid, al que goleó en Atocha tras perder por la mínima en el Bernabéu.
Los penaltis privaron a los donostiarras de repetir aquella imagen de Luis Arconada levantando la Copa, los penaltis y un espléndido Ter Stegen que durante el partido y la prorroga realizó tres paradas increíbles, especialmente la última de ellas a lanzamiento de falta, dando con esa intervención el pase a la final a los azulgranas, recordando con esas paradas al mítico portero donostiarra.
Y es que esta vez fue la Real Sociedad quien tuvo que sufrir a un portero universal y que para lo parable y… lo imparable. Marc Ter Stegen, el que junto a Jan Oblak es actualmente el mejor portero del mundo y que ante los donostiarras se ‘disfrazó’ de Arconada para llevar a los suyos más cerca del título.
La Real Sociedad fue fiel a esa imagen que viene ofreciendo de equipo descarado y atrevido, con un técnico brillante, y un equipo, nunca mejor dicho, compacto, serio y realizando un fútbol de toque que a día de hoy pocos hacen en el mundo. El desgaste físico que parecía podía pasarle factura, frente a un Barça que siempre estuvo a su nivel, no fue obstáculo ya que en las postrimerías de la segunda mitad, y en toda la prórroga, los donostiarras fueron superiores a los azulgranas.
El FC Barcelona dispuso de sus opciones pero sin llegar a inquietar excesivamente la meta de Remiro. Sin Messi sobre el terreno de juego por sus molestias, pero siendo un Barça mucho mejor que en su versión liguera donde el argentino tampoco es el Messi de siempre. Pero a este FC Barcelona no le hace falta tener a Messi arriba porque su verdadera estrella en los últimos años está en la portería.
Decir que Ter Stegen fue el mejor del Barça ya dice mucho de lo que fue el partido. Los de Koeman estarán en la final de la Supercopa del próximo domingo en el Estadio de La Cartuja en Sevilla, pero la afición donostiarra puede estar muy orgullosa de lo que ofreció su equipo en el terreno de juego, tanto en el partido como al término del mismo, con esa piña en el centro del campo demostrando que este equipo recuerda en unión a aquel, que en la década de los 80 nos enseñó que se puede ser humilde y ser muy grande.
Por: JOSÉ MIGUEL MUÑOZ @tara11iker
Foto: Mundo Deportivo
