El Real Betis tiene una magnífica prueba para ver el nivel real que puede mostrar esta temporada, después de la lógica vivida ante el Barça y la buena imagen mostrada posteriormente con el Celta.
Ocasión ideal para mostrar que el Real Betis ha cambiado, que no tiene nada que ver con el equipo mediocre de años anteriores, y que está preparado para dar ese salto adelante que a priori parece que ha dado. La buena imagen ofrecida ante el Celta de Vigo en el estreno como local fue un buen botón de muestra de que el cambio es posible y que el trabajo del Consejo puede dar sus frutos. De momento parece que Serra ha fichado con criterio y todo el mundo está expectante a que llegue el ansiado debut de un argelino que ya entrena con el grupo pero que no entró en la convocatoria. Tras lo vivo ante el Barça, donde no hubo ni ambición ni nada más, el Betis aprendió competir frente a los gallegos y eso hizo encender la ilusión en una afición que sabe agradecer lo poquito que le dan.
Ahora toca una prueba importante, ante un Villarreal que siempre es sinónimo de buen fútbol, de equipo competitivo y ambicioso, o lo que es lo mismo, un buen espejo para un Betis que quiere crecer de una vez por todas. La presencia de Quique Setién en el banquillo ayuda porque ha sabido para impulsar esa filosofía de fútbol de toque que tanto guste y tanto cuesta alcanzar por Heliópolis. El Betis quiere aprovechar el mal arranque del equipo de Fran Escribá, y que mejor forma de hacerlo que venciendo o en el peor de los casos puntuando. En la convocatoria de Setién destaca la entrada de Rafa Navarro, jugador que se ganó el puesto el pasado año y la inclusión de Nahuel. La lista completa es la formada por: Adán, Dani Giménez, Barragán, Rafa Navarro, Mandi, Feddal, Jordi Amat, Durmisi, Javi García, Fabián, Guardado, Camarasa, Nahuel, Narváez, Tello, Joaquín, Sergio León y Sanabria. Texto: JOSÉ MIGUEL MUÑOZ @tara11iker Foto: Real Betis
