El Sevilla FC seguirá siendo de forma oficial equipo de Primera la próxima temporada. Venció y convenció ante un débil Granada con una buena actuación de Agoumé, Acuña y Lukebakio, que logró un gran gol. Con el objetivo cumplido, es hora de preparar la próxima temporada y, lo primero, debería ser ratificar al culpable de la salvación, Quique Sánches Flores.
SEVILLA FC: Nyland, Jesús Navas, Badé, Sergio Ramos, Kike Salas (Nianzou, minuto 74), Acuña, Soumaré (Jordán, minuto 89), Agoumé, Lamela (Lukebakio, minuto 74), Ocampos (Hannibal, minuto 83) y En-Nesyri (Veliz, minuto 83)
GRANADA CF: Batalla, Méndez, Rubio, Miquel, Neva, Gumbau, Ruiz (Hongla, minuto 62), Pellistri (Corbeanu, minuto 86), Jozwiak, Boyé y Arezo (Uzuni, minuto 62).
GOLES: 1-0 Acuña, minuto 11. 2-0 En-Nesyri, minuto 51. 3-0 Lukebakio, minuto 80.
Árbitro: Ferrer Busquets. Amarillas para Ruiz, Ocampos y Badé
Incidencias: Estadio Ramón Sánchez Pizjuan ante 33.000 espectadores
El Number 1 del partido: Agoumé
El sevillismo puede respirar aliviado. En realidad, lo hizo semanas atrás, con la victoria al Mallorca, pero ya es matemático. No se celebrará, pero que después de la temporada tan negativa que ha realizado haya certificado su permanencia, es para Puerta Jerez. Quique Sánchez Flores ha sido el principal responsable de una gesta que se debe valorar en el club hispalense. El problema es que no parece que se tenga claro si se debe garantizar su continuidad.
Y el problema radica en que este Sevilla no es vistoso, no genera relaciones socioafectivas con esquemas enrevesados que tanto gustan hoy día. Es un Sevilla feo, pragmático, pero ganador. Y eso, al fin y al cabo, es lo que cuenta. Este encuentro ante el Granada fue uno más para un Quique que sabe a lo que vino y se puso manos a la obra. Un equipo de cero riesgos, compacto, contragolpeador y que hiciera valer su calidad individual. Así ha logrado mantenerse en Primera.
Ante el Granada mantuvo su estilo, aunque dando algo más de rienda al ataque. Los jugadores ya no tienen la presión del descenso y eso se nota, pero también Quique busca mejorar sus prestaciones y dar más matices a su obra. El Granada le puso en aprietos en la primera mitad, sobre todo, a partir del gol de Acuña, que aprovechó un excelente centro de Navas para rematar de cabeza. Pero en la segunda el encuentro fue claramente sevillista.
Agoumé dominó el centro del campo haciendo su mejor encuentro como sevillista. Junto a él, brillaron todos, especialmente a la contra. Así nació el segundo tanto hispalense, obra de un En Nesyri que ya es el décimo máximo goleador de la historia blanquirroja. Se dice pronto. Con el encuentro sentenciado, Quique introdujo cambios y su equipo pudo devolver a la grada parte de esa tranquilidad y virtuosismo que merece desde hace tiempo.
El tercero fue obra de Lukebakio, que lo mismo hace un partido de jugador amateur que se reencarna en un extremo de época. Sentenció un partido ya sentenciado, pero fue un buen broche al objetivo más importante del Sevilla esta campaña. Permanecer en Primera permite construir. La pelota está ahora en manos de los arquitectos. Tocar lo que funciona e ir en contra de lo pragmático no cuaja en Nervión. Veremos si la lección se aprende en la cúpula sevillista.
Fotos: Quico Pérez-Ventana (@perezventana)
