El Sevilla FC eliminó al Alavés en Copa y está ya en cuartos de final. Partido horrible de los de Sampaoli, sobre todo durante la primera hora de juego. La pegada fue lo único que le dio premio a un Sevilla inoperante, que jugó a merced de los vitorianos durante muchos minutos y que volvió a dar señales de equipo a la deriva. Pero tenía que ganar y, siendo resultadista, ha cumplido.
ALAVÉS: Owono; Arroyo (Abde, 73′), Laguardia, Abqar, Javi López (Salva Sevilla, 80′); Jason, Álex Balboa (Antonio Blanco, 61′), Toni Moya (Rubén Duarte, 80′), Rioja (Marc Tenas, 80′); Róber y Mamadou Sylla SEVILLA FC: Dmitrovic; Badé, Gudelj (Fernando, 46′), Rekik; Montiel, Rakitic, Joan Jordán, Acuña; Lamela (Rafa Mir, 87′), Suso (Jesús Navas, 46′) y En-Nesyri (Nianzou, 78′) GOLES: 0-1 Rakitic min 48 Árbitro: Soto Grado. Sacó amarillas a Rekik (24′), Gudelj (31′), Jason (34′), Acuña (35′), Badé (64′) Incidencias: Estadio de Mendizorroza ante 12.000 espectadores. El Number 1 del partido: Badé Sin saber bien cómo, pero esta en cuartos. A veces cuando una vorágine negativa se alimenta durante tanto tiempo de un equipo no hay que buscar explicaciones. Simplemente se ganó, fin. El Sevilla volvió a demostrar los mismos males que siempre: inoperante en ataque, frágil atrás, dominado por un rival menor y salvado de forma milagrosa. A veces le saldrá cara y otras, la mayoría, le saldrá cruz. Hoy tocó la versión positiva.
Porque pocos podían asegurar que el Sevilla estaría en la siguiente ronda al término de los primeros 45 minutos. Los de Sampaoli fueron la más pura indefinición. El Alavés llegó a tirar 7 córners en media hora. Ni atacaba ni defendía bien el equipo visitante, que jugaba a merced de un Alavés que tenía claro lo que hacer, pero que le llega hasta donde le llega. Aún así, con tan poco, se le puede dominar a este Sevilla. La falta de punch del Alavés fue la mejor noticia del equipo hispalense esta noche. Sobrevivió y esa fue su principal virtud. Sostenido por Dmitrovic y Badé, que lleva dos ratos y es el mejor defensa del equipo, pudo aguantar el paso de los minutos hasta que Rakitic anotaba el tanto de la victoria. Un tanto que llegaba en uno de los pocos acercamientos sevillistas, tras un buen pase de Navas, hoy como extremo. El gol no mejoró al Sevilla, que incluso sufrió en muchas ocasiones hasta el término del encuentro. Sampaoli incluso se inventó una posición de interior con Montiel para intentar tocar las máximas teclas posibles. Nada funcionaría del todo, salvo colocar al mejor jugador de la plantilla en su sitio. En el momento en el que Fernando pasó a jugar como mediocentro el Sevilla ganó en solidez. Tampoco era algo muy difícil de averiguar. Queda mucho trabajo por delante para que este Sevilla pueda agarrarse siquiera a algo positivo, pero el hecho de ganar, aunque sea así, ya es suficiente. Cuando se está en el suelo malherido uno se conforma con, al menos, seguir respirando. Y el Sevilla respira. Ya veremos qué pasa la semana que viene. Monchi y Sampaoli tienen mucho trabajo. La temporada pinta mal, pero la Copa puede ser la oportunidad para levantarse. Twitter: DAVID RUIZ @David_ruizm Fotos: Sevilla FC
