El Sevilla FC está en uno de los peores momento de las últimas dos décadas. Sin rumbo, sin futuro y sin ser capaz de ganar a nadie. Diego Alonso se marchará siendo el peor entrenador de la historia, pero por la inoperancia de unos dirigentes infames, un director deportivo desilusionante y una plantilla envejecida y pobre. O se toman medidas drásticas o el club se marcha a Segunda División
SEVILLA FC: Dmitrovic, Juanlu, Gudelj, Sergio Ramos, Kike Salas (Januzaj, minuto 46), Pedrosa, Soumaré, Sow (Rafa Mir, minuto 71), Rakitic, Ocampos (Suso, minuto 64) y En-Nesyri GETAFE CF: Soria, Iglesias, Djené, Álvarez, Rico, Maksimovic, Milla (Óscar, minuto 90), Greenwood (Carmona, minuto 90), Mata, Latasa (Alderete, minuto 90) y Mayoral GOLES: 0-1 Mayoral (penalti), minuto 3. 0-2 Mayoral, minuto 36. 0-3 Greenwood (penalti), minuto 79. Árbitro: Pulido Santana. Amarillas para Dmitrovic, Milla, Gastón, Gudelj, Mata y Rakitic. Incidencias: Estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante 30.000 espectadores El Number 1 del partido: Soumaré El Sevilla es un claro favorito al descenso. Suena rotundo, pero en eso han convertido el club los que mandan. Mala decisión tras mala decisión hasta llegar a un punto de no retorno. Diego Alonso, que ha durado demasiado porque no saben a quién traer, será destituido, pero el problema no queda ahí. Sobre media plantilla y, sobre todo, sobran muchos de los que hoy toman decisiones en el Sevilla FC.
Porque el Sevilla ya no se respeta ni a sí mismo. El nivel de equipo de regional que mostró fue lamentable. Totalmente superado por un equipo de Bordalás serio, que trabaja por derecho. Cualquier equipo tiene más empaque y mejor dinámica que este equipo por muy mala situación que atraviese. Se adelantaron los azulones en el minuto dos y sentenciaron 30 minutos después. La afición reaccionó resignada. No solo el equipo no respondió, sino que se dedicó a ser la nada absoluta, a no generar peligro y hasta ser perdonado de una goleada mayor por el Getafe. Diego Alonso no se enteraba de nada, tácticamente su equipo no resolvió ningún escenario y sus cambios no produjeron ni la más mínima reacción. Muchísima culpa tienen unos jugadores defenestrados, que se arrastran y están lejos de lo esperado. Los pesos pesados, los primeros que no dan la talla. Marcó con otro penalti el 0-3 definitivo el Getafe y la sensación que quedó fue de pesadilla repetida. El Sevilla no sabe levantar cabeza y desde luego no lo hará ni con este entrenador ni con esta plantilla. Solo queda rezar porque suceda un milagro, algo inesperado que vire el rumbo, algo que escape a la razón. Lo normal es que nada cambie o los cambios solo rayen la superficie. Y así la pesadilla continuará. Twitter: DAVID RUIZ @David_ruizm Fotos: SEVILLA FC
