El Sevilla FC no pudo pasar del empate frente a Osasuna a pesar de llegar al descanso por delante en el marcador. Los vicios y malos hábitos del equipo hispalense son crónicos, como la defensa del balón parado y la frágil mentalidad que muestra a lo largo de los 90 minutos. Quique Sánchez Flores no se entera de nada y su crédito ya se ha agotado. ¿Cómo se va a salvar este Sevilla?
SEVILLA FC: Nyland, Jesús Navas (Juanlu, minuto 71), Badé, Sergio Ramos, Marcao (Rafa Mir, minuto 71), Acuña (Pedrosa, minuto 59), Suso, Agoumé (Sow, minuto 59 (Óliver Torres, minuto 67)), Soumaré, Ocampos e Isaac. OSASUNA: Sergio Herrera, Peña (Areso, minuto 66), David García, Catena, Juan Cruz, Mojica, Ibañez (Moncayola, minuto 75), Iker Muñoz, Moi Gómez (Oroz, minuto 76), Raúl (Arnáiz, minuto 83) y Budimir. GOLES: 1-0, minuto 24: Isaac; 1-1, minuto 55: Budimir. Árbitro: Guillermo Cuadra Fernández, del colegio balear. Amarillas para Agoumé, Soumaré y Ramos. Roja directa a Suso (minuto 85). Incidencias: Estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante 36.000 espectadores El Number 1 del partido: Isaac Romero No hay manera de que el Sevilla FC gane un partido. Cuando se pone por debajo en el marcador, se destapan sus carencias y el rival juega cómodo; cuando se pone por delante, sufre hasta que le empatan. Y así es imposible. El Sevilla se va a segunda sin que nadie sepa la solución para evitarlo, pues ni jugadores, ni directiva y tampoco Quique Sánchez Flores se enteran de lo que hay en juego.
Porque este Sevilla arrastra muchos males, pero el principal es que nadie sabe cómo levantarse. Se puso por delante ante un buen Osasuna gracias a un enorme gol de Isaac Romero, pero a partir de ahí se diluyó. Estuvo algo más sólido por dentro con la pareja Agoumé y Soumaré, pero en cuanto se disolvió en el descanso se volvieron a ver las costuras. Y los innumerables errores propios de un Sevilla que sigue desangrándose. El empate llegó con un córner mal defendido (pérdida de la marca de Ocampos) y eso llevó a un pesimismo generalizado que embriagó hasta la afición. El Sánchez Pizjuán empieza a estar anestesiado, cansado de estar cansado de su equipo y ahí reside el problema. Los jugadores se sienten inferiores, de hecho Osasuna mereció algún tanto más, pero no se lo creyó y acabó firmando el empate. Y, cómo no, el VAR también entró para expulsar a un nuevo jugador del Sevilla, Suso, que se perderá el vital duelo en Vallecas como Ramos, sancionado con cinco amarillas. No caben más noticas negativas, más desilusión y más incredulidad en un club a la deriva. Se necesita un agitador, un elemento disruptivo que lo revolucione todo y no parece que este vaya a llegar. Siempre es insuficiente en este Sevilla y así, poco hay que hacer. Twitter: DAVID RUIZ @David_ruizm Fotos: Sevilla FC
