El Sevilla FC venció un partido de los que tenía pinta de atragantarse. Los de Lopetegui, que se adelantaron pronto en el marcador, vieron cómo cambiaba el devenir del encuentro a raíz de la absurda expulsión por protestar de Delaney. El Espanyol apretó, pero los locales no dejaron espacios pese a la inferioridad, resistieron y consiguieron el segundo tanto.
SEVILLA FC: Bono; Jesús Navas, Koundé, Diego Carlos, Acuña; Joan Jordán, Rakitic (Fernando, 56′), Delaney; Suso (Lamela, 56′), En-Nesyri (Rafa Mir, 70′), Ocampos (Rekik, 80′). ESPANYOL: Diego López; Aleix Vidal (Vadillo, 90′), Cabrera, Sergi Gómez, Pedrosa; Keidi Bare, Fran Mérida (Dimata, 45′), Darder; Wu Lei (Melamed, 57′), De Tomás, Embarba (Loren Morón, 78′) GOLES: 1-0 M. 13 En-Nesyri. 2-0 M. 88 Rafa Mir. ÁRBITRO: González Fuertes (asturiano). TA: Rakitic (56′), Delaney (65’) (66′) y Lamela (81’). Expulsado Delaney INCIDENCIAS: Estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante unos 25.000 espectadores NUMBER 1 DEL SEVILLA: Jordán Victoria muy importante en clave sevillista. De esas que hacen equipo, que enorgullecen a la afición y que lo hacen aún más sólido. Y no porque el rival le pusiera en apuros, de hecho, lo dominó durante 50 minutos, sino por la forma de conseguirla. La expulsión de Delaney en el 66 iba a cambiar el guion de un partido que no tenía por qué complicarse y que pasó a dificultad máxima en ese mismo instante. Pero el camino que recorrió el Sevilla hasta llegar a esa situación fue más que notable. En la primera mitad se vieron los mejores minutos de Jordán y, por ende, el Sevilla más reconocible. El Espanyol empezó atrevido, pero cuando el catalán cogió las riendas el equipo local se adueño del encuentro. De sus botas nacería el primer tanto. Una jugada que En Nesyri iba a culminar a la perfección.
La apertura a banda tras jugada individual de Jordán fue sublime, pero mejor el timming de Suso para servir el pase profundo a Navas y que éste encontrara en el área pequeña a su compañero marroquí. Un gol que evidencia el trabajo que hay detrás de este equipo y que ya se empieza a dejar ver. No sufrió en toda la primera mitad y se marchó al descanso con la tranquilidad del deber cumplido. Pero llegaría la primera mitad y el punto de inflexión antes mencionado. Tras unos minutos de tanteo y bajón sevillista, Lopetegui introdujo a Fernando para serenar las aguas, pero justo cuando se disponía a introducir dos cambios que habrían dado más control al partido, el de Óscar y Papu, llegaría la falta de Delaney que lo cambiaría todo. Gonzalez Fuertes no pasa una y el danés no solo le protestó vehemente, sino que le aplaudió. Expulsado. Tocaba remar y hacerlo con la dificultad de la inferioridad. Paralizó los cambios, pero introdujo a los salvadores de la noche, Rekik y Rafa Mir. ambos serían protagonistas, pero no sin antes tener que superar 20 largos minutos de esfuerzo defensivo. El Sevilla dio un recital de cómo defender en inferioridad. El balón era perico, pero salvo algun disparo a puerta forzado, no inquietó la meta de Bono. Fue entonces cuando aparecerían los protagonistas antes mencionados. Cuando moría el encuentro y cuando más parecía que podía fallar las piernas, La fe de Rekik, que desde el suelo conseguía una asistencia, y la determinación de Rafa Mir, con un golpeo ajustado, hacían el tanto de la sentencia. Vibraba el Pizjuán y con razón. Su equipo había sacado la casta y el coraje. El gen competitivo. Ahora toca Champions, donde el Sevilla deberá repartir esfuerzos para afrontarlo de la mejor manera posible. Plantilla tiene para ello, como demostró en el día de hoy. si Lopetegui consigue enchufarlos a todos, este equipo será candidato a lo que quiera proponerse. Porque a este Sevilla se le puede golpear, incluso se le puede hacer tambalear. Pero a este Sevilla no hay quien lo tumbe. Twitter: DAVID RUIZ @DavidRM19 Fotos: QUICO PÉREZ-VENTANA @perezventana by @Number1Sport
