Se cumplieron los pronósticos y Philippe Gilbert, el gran favorito ha cumplido con todos los pronósticos en la prueba reina de los mundiales que finalizaron este domingo en Limburg.
Philippe Gilbert ha cumplido con los pronósticos que le daban máximo favorito en la prueba reina de los mundiales que hoy han terminado en Limburg. El belga tal y como se había pregonado casi desde que se conoció el recorrido del mundial, reventó la carrera en la última subida al Cauberg,en la que nadie pudo seguir su rueda y entró a lo grande como nuevo campeón del mundo ante el deleite de una afición entregada a su ídolo. En el podio, le secundaron el noruego Boasson Hagen y nuestro Alejandro Valverde. La selección Belga ha sido la gran protagonista de la prueba junto con la selección española. Los primeros porque siempre confiaron en su líder y tiraron a bloque cuando la cosa se puso seria en una fuga de más de veinte corredores donde se metió Contador. La española porque ha estado presente en todos y cada uno de los cortes que se han producido en la prueba, evitando en todo momento tener que tirar detrás y evitando desgaste innecesario. Pero a pesar de haber corrido de manera impecable durante 263 kilómetros, los dos últimos kilómetros se han gestionado de manera pésima. Bien es cierto que es un ‘crimen’ llegar a dos kilómetros de meta con un tricampeón del mundo como Oscar Freire y olvidarse de él. Por lo que la táctica, y ya sé que a toro pasado es ciclismo de ‘play station’, debería de haber sido todos con Freire y Valverde suelto a rueda de Gilbert. Porque hasta un bebé sabía si o si que el campeón belga iba a intentarlo o en la penúltima o en la última vuelta. Pues ni una cosa ni la otra. Ni Freire, según palabras suyas ha tenido apoyo al final de sus compañeros, ni Valverde ha estado justo a la rueda de Gilbert al entrar al Cauberg. El porque, yo no lo sé. Ahora queda bonito decir que Valverde no hubiese podido seguir al belga, pero mejor hubiése sido comprobarlo. A mí no me ha dado la impresión de no poder seguirle, es más, cuando atacó Gilbertno se veía por ningún lado al murciano, que acabo haciendo una remontada brutal y llegó arriba de los dos tres primeros. Más bien ha sido un tema de colocación. No estaba donde tenía que estar.
¿Y porque no estaba?, pues ésa es la gran duda. O es cierto que dudó por ver si venía Freire, o si esto no es cierto ha sido ‘negligencia’ del murciano por no estar donde tenía que estar. El caso es que por desgracia unos por otros y la casa sin barrer. Y lo peor de todo es el cruce de declaraciones contradictorias que ha habido final entre Óscar y Alejandro. Ni Óscar merecía en su despedida del profesionalismo quedar marcado por una rajada cuando lo ha ganado todo y es un auténtico ídolo en su profesión, ni Valverde pienso modestamente que merezca ésa acusación tan directa pues convendría recordar que en último mundial que ganó Freire en Verona, Alejandro le hizo de lanzador pudiendo haber ganado aquel mundial el mismo Alejandro. Es más, si Valverde se queda delante de Oscar ¿que?. Pienso que nos hubiésemos quedado sin medallas. Pero ojo, tampoco comparto la excusa de Alejandro. Él tenía que haber entrado en la última curva a rueda de Gilbert. Es más los últimos 30 kilómetros de la prueba tendría que haber sido su sombra. Y tampoco se merecen ser manchados por éste asunto Flecha, Lastras y Contador que se han dejado los dientes por ésa medalla. Además, convendría también valorar la medalla, pues a ver qué pasa cuando ésta generación de ciclistas españoles desaparezca. Entonces nos acordaremos. Por éso espero que Oscar y Alejandro dejen correr el tema y todos disfrutemos de ésa medalla que tanto cuesta ganar y de la que debemos presumir con muchísimo orgullo. Otro éxito más del ciclismo Español. Twitter: @martin191919
El caso es que por éstos detalles, la consecución de una medalla en un mundial, que es un hito muy complicado de lograr, parece quedar oscurecida por un ‘rifi rafe’ que no tiene lógica alguna.