Seguramente soy injusto, pero una buena parte de la culpa la tenemos los béticos. Sí, quizá porque hemos querido cambiar a los que mandan pero ahora nos toca a nosotros.
Nos gusta más un fichaje que a un tonto un palo. Eso de estar morboseando en verano con que el Betis anda tras éste, aquél… aparte de lo muy bien que a determinada prensa le viene en periodo estival el llenar de visitas lo que durante el vacío competitivo les impide llenar. Sean verídicos o no, todos, y en ello pueden meter en el saco a quien escribe, estamos pendiente de llenar la plantilla de caras nuevas sin atenernos a necesidades reales. Fichar, fichar y fichar. La historia del Betis que yo he vivido está llena de gente que se aprovecha de ello, incluso de buena fe, que nadie piense que todos son malos, pero claro, la duda es razonable. Desde secretarios técnicos que traen algo –lo que sea- con tal de callar bocas, hasta rumores de incorporaciones que van a venir de seguro, y el último día todo se estropea, dejando entrever que el club poca culpa tiene de que los jugadores sean tan especuladores. Esto último les suena a reciente, ¿verdad?. Pocos han estado viviendo de las fotos, no sólo Stosic, en las que sale de la puerta de los despachos haciendo como el que trabaja, con el teléfono en la mano, o con el representante de turno, aparentando fichaje o, sencillamente, labor, cuando la noticia de una supuesta incorporación la conoce hace días ya sea para bien o mal, manejando el silencio con un periodismo cómplice e interesado, que gusta de una noticia final crear miles intermedias. Secretarios y hombres de club como Pedro Buenaventura o José María de La Concha quedan pocos, muy pocos. Presidentes y secretarios técnicos especuladores ha habido muchos, y me temo que aún los hay. En medio de todo esto, la cantera. El partido de ayer frente a la Real Sociedad, otro más, demuestra que sólo la queremos en momentos límite, ayudado en esto por quienes prefieren alimentar titulares de incorporaciones que en definitiva, genera más dinero que el decir que Adrián es jugador del primer equipo, claro está, para que haga actuaciones antológicas salvando al Betis de resultado negativo.