«Un partido extraordinario»

Escrito por Number 1 Sport. Creado en El Lector opina, Number1 opina

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«UN PARTIDO EXTRAORDINARIO». Por Fermín Hevia.

Ni pudo ser ni fue. Era la crónica de una muerte anunciada, algo que no pasaría de anécdota si no fuese por la desastrosa temporada de nuestro Sevilla Fútbol Club, un equipo sin cabeza, sin juego y sin corazón. El equipo ayer hizo todo lo que sabía hacer durante 25 minutos; presionó lo que sabe y puede, atacó lo que sabe y puede y jugó lo que sabe y puede. 25 minutos. Eso es lo que dura la intensidad de los 11 que salgan, sean quienes sean. Ayer se podrían poner matices: que si Kanouté debería haber estado en el campo, que si Campaña o Rakitic por Trochowski, que si la abuela fuma,… pero al final el hecho es que, de los 23 partidos oficiales que el Sevilla Fútbol Club lleva esta temporada, sus minutos de intensidad y juego se circunscriben a medio tiempo contra el Málaga, medio tiempo contra el Granada, medio tiempo contra el Getafe y medio tiempo contra el Valencia. No busquen más porque no lo hay.

Ayer, escuchando la rueda de prensa de Marcelino (ecce homo), sentía una mezcla de frustración y vergüenza; hablaba, otra vez, de mala suerte y mala racha, hablaba del mejor partido que se había hecho, de un partido extraordinario y de que no se merecían este resultado. Marcelino es hombre de fútbol. Ha sido incluso un buen técnico en otros de los equipos en los que ha estado, como lo fueron Manzano para el Mallorca o Camacho para el Osasuna y el Benfica. Marcelino sabe de ésto. Decir que el partido de ayer fue un partido extraordinario es una falta de respeto total y absoluta con el Sevilla Fútbol Club, su escudo y su afición. Se jugó el partido que quería el Valencia, incluso en esos 25 minutos de relativo buen juego y falta de gol de la primera parte. Darle la pelota al Sevilla, conociendo sus carencias físicas, dejarlo jugar hasta que se desfondase y después, salir al contragolpe. 3 tiros entre los 3 palos, 8 tiros a puerta ¿Eso es un partido extraordinario? 2 goles que maquillan el resultado, uno de ellos en propia puerta en un mal despeje de un córner y zafarrancho de combate cuando sale nuestro Cid particular, Frederic Oumar Kanoute, que impone más miedo en los rivales por lo que fue que por lo que realmente puede aportar en el campo.
Cuando Marcelino habla de partido extraordinario, ¿se refiere a un Manu del Moral inoperante, un Spahic que no encuentra su sitio, un Reyes que parece haberse contagiado rápidamente de la indolencia e inoperancia del equipo, un Navas que no da un buen centro de los 15 que tiene para intentarlo, un Trochowski al que parece que se le ha olvidado jugar al fútbol, un Negredo empeñado en marcar el gol de su vida, lento y destartalado, un Rakitic sin forma, un equipo sin físico o a qué se refiere este hombre? ¿A que se ha ganado? ¿Que durante 25 minutos se han creado 4 ocasiones contra el Valencia? ¿O que no nos ha ruborizado ver el juego de nuestro equipo como en la mayor parte de los 22 partidos anteriores?
Señor Marcelino: si usted quiere saber qué es un partido extraordinario, visione por favor las eliminatorias del Mirandés, observe usted el partido del Valencia en su casa contra el Real Madrid, al Betis jugando contra el Barcelona en Copa del Rey el año pasado, el Athletic jugando en su casa contra el Barcelona o pásese usted por el archivo de la planta noble del Ramón Sánchez Pizjuán y visione usted la velocidad del Sevilla de Juande, la efectividad de Jiménez (para que sepa usted lo que es resultadismo con trabajo y no con suerte como el suyo), la casta y la entrega del Sevilla de Caparrós,… esos eran partidos extraordinarios. Lo de ayer de su Sevilla, esos 25 minutos en los que el equipo jugó a algo, es simplemente un acto de DECENCIA, con una afición y un escudo que usted ni en sus mejores sueños llegará a entender, con 20.000 voces que han pagado más dinero por sufrir el fútbol que usted perpetra, habiendo pagado un carnet a un precio desorbitado y con partidos que nunca existieron, por amor a unos colores y a una institución que se les viene tremendamente grande a usted y a los que la mal gobiernan.

Siempre habrá gente que lo justifique, que diga que el Sevilla jugó un partido excelente pero que tuvimos mala suerte (los invito a visionar los mismos partidos que le he recomendado a usted), diletantes del periodismo y periodistas a sueldo del sistema que digan que se ha perdido por el árbitro, porque hacía frío o porque la abuela fumaba y que se encargarán de repetirnos que no sabemos de fútbol, que lo vemos de espaldas, que somos malos sevillistas y que la culpa la tienen los que no fueron al estadios. Es así, esto es Sevilla y con nuestro equipo no caben los grises. Pero usted, como hombre de fútbol, que ha jugado, que ha visto y entrenado a equipos de todas las categorías, que aunque no tenga el nivel para manejar una plantilla como esta, lleva décadas dentro de ésto, usted Marcelino sabe que el partido que hizo ayer su equipo, lejos de ser extraordinario, fue un despropósito, uno más dentro de lo que viene siendo su trayectoria como entrenador del Sevilla Fútbol Club. Lo sabe usted y lo saben sus futbolistas, los mismos que ya no confían en su técnico, los mismos que van a dejarle con el culo al aire porque es imposible que usted le dé la vuelta a ésto, porque ni tiene capacidad ni tiene arrestos para meter en cintura a 20 tíos más jóvenes y con más ganas que usted, a los que tiene absolutamente confundidos y a los que ha mentido reiteradamente porque, Marcelino, ¿piensa usted de verdad que los Luna, Campaña, Luis Alberto, etc.. van a dar la cara por usted?

No obstante Marcelino, lo entiendo. Tiene que salvar su culo, como haríamos todos los hijos de vecino en nuestro trabajo. Sería de ilusos pedirle que renunciase y se fuese, demostrando decencia y coherencia, porque a usted le han dado un coche grande, más bueno y más rápido que cualquier otro coche en el que se haya subido en su vida, y es difícil reconocer que uno no vale para manejar esta cilindrada. La culpa, por quitarle algo de peso de sus espaldas, es de quien lo trae. Es de quien trae a alguien de su perfil, de ese que lleva viviendo del éxito que tuvo un año tanto tiempo y que viene demostrando por activa y por pasiva que es un cáncer para la economía y el aspecto deportivo de la entidad. Y también del que dirige el cotarro, mucho más preocupado por usar al Sevilla como herramienta que gestionarlo como la empresa moderna que predicaba que era.

A pesar de todo, yo estaré contigo Sevilla Fútbol Club. Pero no me pidas nunca que no ponga un grito en el cielo cada vez que vea que alguien te daña y te quita tu señorío.

Fermín Hevia @Ninjalepero en Twitter