Adalidades del Sevillismo

Escrito por Number 1 Sport. Creado en El Lector opina

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ADALIDADES DEL SEVILLISMO. Por Fermín Hevia.

Pluralidad. Es lo más básico que se le puede exigir a un sistema, la posibilidad de que exista una disparidad de opiniones que, aparte de denotar inteligencia, promueve un caldo de cultivo interesante en cualquier circunstancia. Es evidente que esta pluralidad está latente en el sevillismo, tanto en la calle como a nivel mediático, por eso existen profesionales que piensan de una u otra forma y por eso hay foros, blogs, webs, donde periodistas y aficionados expresan libremente su opinión.

Yo, como todos los que tengan a bien leer mis opiniones saben, no soy oficialista. No porque crea que hay que ir contra el estamento no deportivo del Club, sino porque la línea de actuación del Consejo de Administración, de los que mandan, no me gusta. Pienso firmemente que José María del Nido es el mejor presidente de la Historia del Sevilla Fútbol Club, al igual que pienso que mantener Ramón Rodríguez Verdejo ha sido uno de los mayores errores que ha cometido la entidad en sus 106 años de vida. Mi opinión se basa en datos, datos que, para mí, son objetivos, que son válidos para muchos (MUCHÍSIMOS) sevillistas que opinamos lo mismo. En el contrapunto, están los oficialistas, los que agradecen lo hecho por los dirigentes y mantienen su voto de confianza. Sus datos son otros, igual de objetivos y válidos que para mí y para muchos (MUCHÍSIMOS) otros sevillistas. Evidentemente, la gran masa de la afición tiene posturas mucho más eclécticas. Compartirán puntos de vista de uno y otro lado. Lo dicho, PLURALIDAD con mayúsculas.

Todas las opiniones tienen sitio, tal como dijo José Luis Gallegos nuestro primer presidente y socio fundador «Todos los hombres de cualquier nivel social, ideas religiosas o políticas tendrán aquí cabida». O tal vez no. Hay personajes que, promulgando a los cuatro vientos su sevillismo, su corazón rojiblanco, los que lloraron más que ninguno en Oviedo y tienen el número 0 en el carnet de socio, se pasan por el forro el respeto, la diversidad de opiniones, las maneras de pensar y de opinar y demás puntos de vista diferentes a los suyos. Es mucho más sangrante cuando estos personajes usan un medio que debería ser de todo el Sevillismo para lanzar consignas serviles y tildar de alta traición todo lo que no sea aplaudir al status quo, al poder establecido, llamando poco menos que infiel a cualquier sevillista que opine diferente. Se les llena la boca, hablando de independencia, sentando cátedra en cada frase y ninguneando al que no piense como ellos.

Todos tenemos en mente a una persona. Yo lo digo, no tengo porque esconderme, es Jesús Alvarado. Yo a Alvarado no tengo el gusto de conocerle en persona. Como casi cualquier sevillista, he leído su blog, he disfrutado con algunos de sus posts y, supongo, que será una excelente persona. Mi mala opinión sobre Alvarado es sobre su sevillismo, no per sé, si no por la forma de expresarlo. El lo expresará como yo, como le de la real gana, pero Alvarado no puede olvidar varias cosas: la primera es que hay gente que no piensa como él; la segunda es que nadie le ha pedido que defienda ni al sevillista, ni al sevillismo ni al Sevilla Fútbol Club (en esto último igual hay alguna sorpresa). La tercera y, para mí, más importante es que Alvarado habla, participa y, seguramente, cobra (por poco que sea) de los medios oficiales. Y los medios oficiales son MEDIOS OFICIALES DEL SEVILLA FÚTBOL CLUB, que son escuchados, vistos y leídos por sevillistas que tienen opiniones absolutamente dispares y, en muchos casos, muy diferentes a las de Alvarado. Y Alvarado ha perdido los papeles. Será porque lo han insultado soterradamente ex-compañeros suyos, será porque ha sido el perro de presa de una planta noble que está en entredicho o será que, por la legión de seguidores que tiene, que es amplia, se cree un súper héroe del sevillista de a pie. No obstante, cuando leo al Alvarado, su ultradefensa de todo lo que digan desde el Club, sus acidísimas críticas al «papafritismo local», a los «mestallizados», y demás, veo al niño al que siempre suspenden y la culpa es siempre del profesor que le tiene manía. ¿Todo el mundo le tiene manía a Jesús Alvarado?
Alvarado insulta, además con inquina. Es el máximo exponente de prepotencia, del pez grande que se come al chico, porque Alvarado tiene sus púlpitos, tanto en internet como en los medios oficiales, y se dedica a darle a periodistas, pero también a muchos aficionados que no tienen las mismas armas para responderle, Alvarado insulta en la radio, y así lo dice el Consejo Audiovisual de Andalucía, Alvarado insulta en su blog y Alvarado insulta en Twitter. Alvarado no respeta la pluralidad que es santo y seña del Sevillismo desde la creación de este Club. Alvarado, y cualquier personaje como él, no es bueno para el Sevilla Fútbol Club, daña su imagen, como Tomás Roncero, Roberto Gómez, Alfredo Duro y demás periodistas capitalinos a los que TODOS criticamos, dañan la imagen del Real Madrid, por ejemplo.

Sé que yo no soy nadie. Un sevillista más, con mis opiniones, mis cabreos cuando se pierde y mis alegrías cuando se gana. No hay más. No soy más sevillista que Jesús Alvarado ni que tú que estás leyendo esto. Pero mi opinión vale, vale tanto como la tuya. Podremos o no estar de acuerdo y eso es bueno, que haya debate. El sevillismo de Alvarado tiene también cabida, por supuesto que sí, pero no el personaje que ha creado alrededor del mismo. Es alguien con voz dentro de este amplísimo grupo de personas y ningunear a los tuyos porque piensen diferente, insultar a los que no comulgan contigo es peligroso, nocivo. Convierte los debates en guerras y en cismas. Seguro que eso no nos conviene. Ni el Sevilla ni el Sevillismo necesitan adalides con la verdad absoluta, profetas de mentira, mesías de pacotilla.

Fermín Hevia
Twitter: @Ninlepero