Blog: «FACTORÍA ROJA»

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FACTORÍA ROJA. Por Manolo Ruiz.

EL BARCELONA DOCTORA A JAVI VARAS.
¿Dónde se meten ahora los que decían que había que ir al Campo Nuevo de Barcelona con los suplentes, o los filiales? Ya lo reseñé en la previa del partido éste no es el Sevilla acongojado de tiempo atrás que se plantaba ante los chicos de la Masía, sabiéndose derrotados desde que abandonasen san Pablo.

Y es que la Factoría que dirige Marcelino García Toral, saltó al tapete catalán convencido de lo que se había trabajado en un laboratorio que atiende al nombre de José Ramón Cisneros Palacios: achique de espacios, ayudas, colectividad, sincronismo, solidaridad, sobriedad, tensión, raza, fortaleza, repliegue, potencia,velocidad y, por encima de todo, convencimiento. Y así saltó elSevilla FC, sabiendo que es totalmente imposible que la máquina del mejor equipo del mundo no se ponga al menos media docena de veces de gol pero que, con los conceptos trabajados y la mentalidad de ser grandes allá dónde deba defenderse la camisola blanca, posible era obtener rédito. Y se obtuvo.
Saldar en positivo un punto con el que engrosar la saca  de la regularidad, se hizo posible gracias a todo lo expuesto y sin lugar a dudas alguna, al beneficio de contar con el portero más en forma de la competición nacional española. Defendió bien no, sino lo siguiente el Sevilla FC, corriendo lo necesario y lo justo, sabiendo dosificar los esfuerzos gracias a las ayudas, pero sobre todo a la colocación de sus líneas, fiando a la calidad del pase en largo para que Manu o Navasprincipalmente dijeran bien alto y claro que Víctor Valdés no volvería a ser uno de los más de 80.000 espectadores que de media, acuden al coliseo rojo y azul.
Que el Barcelona tuvo ocasiones claras y diáfanas de marcar, no es ni novedad ni obedece a fallos en el entramado dispuesto; sucede que, en frente de los que cerraba Javi Varas, estaba el mejor equipo del mundo y no es que tuviesen un mal día, quizás tan sólo un mal sueño. Sufrieron la pesadilla de ver como el Ángel de Pino Montano, era capaz de volar de palo a palo, hacer paradas meritorias, estiradas imposibles, alargar la manopla hasta dónde sólo llegan los elegidos, o rechazar con los pies las balas que a fusil y en andanadas le llegaban por parte de los duendes del fútbol y,hasta de sus propios compañeros. La noche del orgullo andaluz tuvo su entrega de premios en la figura de nuestro guardameta. Orgullo, casta, coraje, raza, solvencia, serenidad, frialdad, rapidez, potencia, colocación, mando, jerarquía, todo eso y más sumado a la colectividad dieron un punto de oro al Sevilla FC ,pese a quien nos echó por la cara, de disputar una Liga, una tarde en Mallorca.
Porque si en la memoria colectiva de la familia sevillista estábamos empezando a archivar el buen partido disputado el pasado sábado, las alarmas de la inquietud, la rabia y la impotencia, comenzaron a hacerse notar con total crueldad cuando el mismo que dijo en la Isla que el campeonato era cosa de dos, cobra como penalty una entrada en el descuento, que de no ser por la presión mediática, federativa, económica y ambiental, y suceder en el área que sucedió, dudo yo-como usted- que se hubiese señalado.

Pero al sobresaliente partido  de nuestro 13, le faltaba el doctorado en la universidad más prestigiosa del fútbol patrio.Y es ahí, fuera de tiempo y en la soledad de la responsabilidad del uno contra uno y, ante el mejor jugador del mundo, cuando emerge la portentosa figura de la noche para llevarse el Cum Laudem del respeto, la admiración y los elogios.