El gentleman, preparador y propietario de la cuadra Río Cubas, vive una jornada de ensueño al imponerse contra pronóstico con Angel Melody en el Premio Cruzcampo y al ver cómo otro de sus purasangres, Teniente Drebin, protagoniza una sonada sorpresa en el Premio Rancho Alegre.
Si el turf español sigue ahí, superando adversidades, sobreviviendo a las circunstancias y dando pasos más pequeños de lo que gustaría, es gracias, fundamentalmente, a un buen puñado de animosos aficionados que no están por la labor de ver cómo su gran pasión se viene abajo en estos tiempos tan complicados. Uno de estos turfmen irreductibles es Diego Sarabia, gentleman, preparador y propietario de la cuadra Río Cubas, que hoy, en una jornada de ensueño, ha visto recompensado parte del gran esfuerzo que lleva haciendo desde hace unos años por ganarse el respeto en las carreras de caballos. En la recta final del Premio Cruzcampo, el sprint de 1.400 metros con el que se culminaba la segunda reunión invernal en el Gran Hipódromo de Andalucía Javier Piñar Hafner, Diego Sarabia, a lomos de uno de sus diez purasangres, Angel Melody, avanzó pegado a los palos con valentía, la misma que él tiene para medirse con jinetes profesionales. El outsider tenía el hueco, sólo necesitaba la energía para superar al favorito Compton Park. Y la tuvo, vaya si la tuvo. En el último hectómetro, tranco a tranco, batió a su adversario, que, otra vez más, se quedó a las puertas del triunfo en Dos Hermanas, mientras que Sergei completó un trío de 755 euros en el que no figuraron ni Albret (estrenando anteojeras, salió con fuerza pero si diluyó a la hora de la verdad) ni Saphirside. No debería pasarse por alto el detalle: Sarabia, gentleman, le gana un duelo cabeza con cabeza a Vaclav Janacek, vencedor de la estadística nacional de jockeys, aunque luego sería multado por los comisarios al haber hecho un uso abusivo de la fusta. La victoria de Angel Melody, la tercera en las seis salidas que ha tenido durante el año, no fue sino la última sorpresa de una reunión en la que se rompieron bastantes pronósticos. Precisamente, la chaquetilla amarilla con la cruz de San Andrés azul de la cuadra Río Cubas disfrutó de una de ellas, cuando Teniente Drebin, con la monta de Jorge Horcajada, se impuso en los 1.500 metros del Premio Hípica Rancho Alegre reservados a potros de dos años no ganadores. Su triunfo se pagó 43 a 1. Eso, y la incredulidad del propio Diego Sarabia cuando recibió a su purasangre en el paddock, lo dicen todo sobre el excepcional rendimiento del potro, que había pasado desapercibido en sus dos salidas anteriores. Winkleside y Caramelo, llamados a pelear por el triunfo, debieron conformarse con la plata y el bronce, respectivamente. El único acertante del trío se llevó la nada despreciable cantidad de 1351 euros.
Aunque algunos estaban pendientes de él, también se puede considerar inesperado el triunfo de Barañain en el Premio Estadio Deportivo, que, en la primera parte del hándicap dividido sobre 2.100 metros, ganó con autoridad completando prácticamente todo el recorrido en cabeza. Ganadora el día de su debut, había desaparecido del dinero en sus siguientes salidas, aunque su estilo puntero, unido a una adecuada conducción de José Luis Martínez, le ha dado un gran resultado en la pista nazarena, para alegría de sus propietarios y de su joven preparador, Daniel Díez. Sukarrieta, principal candidato al triunfo para los expertos, fue segundo, mientras que Dixlesio volvió a demostrar que le encanta el óvalo de Dos Hermanas al acabar tercero. Más previsible, en cambio, resultó ser el desenlace de las otras dos carreras de la mañana, en la que el hipódromo nazareno volvió a registrar una notable entrada pese a las bajas temperaturas. En la segunda parte del hándicap, Premio Grupo Sánchez Noriega se vio el final más apretado y emocionante, con Gamberro colándose entre Coqueta y Orlov (finalmente, segunda y tercero, respectivamente) para llevarse el triunfo. En la prueba que inauguraba la reunión, Premio Cría Nacional, una milla para ejemplares nacionales y con montas de amazonas y gentlemen, Belate superó a última hora al conductor Victor’s Bet para hacer buenos los pronósticos que lo situaban como fijo en la llegada. Draco fue tercero, mientras que Banbu acusó los 64 kilos que le correspondían. En esta carrera, los jinetes lucieron un brazalete negro en memoria de la recientemente fallecida Anita Slikker, quien fuera una de las primeras amazonas en montar en España. Al margen de ser una de las pioneras en la participación de las mujeres en las carreras de caballos, también fue una ferviente promotora del turf en nuestro país por su condición tanto de propietaria como de criadora. Twitter: @tara11ara
