El Sevilla FC logró volver a ganar en liga con un soberbio gol de Gudelj. Los de Sampaoli no completaron un buen partido, con excesivo control y poca profundidad. Bono salvó hasta en tres ocasiones a los suyos y se erigió como héroe de una tarde que, semanas atrás, habría sido aciaga. Esta victoria le permite expulsar negatividad y empezar a crecer en más aspectos del juego.
MALLORCA: Rajkovic; Maffeo, Raíllo, Valjent, Copete (Bataglia 79′), Cufré; Iddrisu Baba (Dani Rodríguez 57′), Ruiz de Galarreta; Antonio Sánchez (Ndiaye 57′), Kang-In Lee (Lago Junior 67′); y Abdón Prats (Ángel Rodríguez 57′). SEVILLA FC: Bono; Jesús Navas (José Ángel Carmona 46′), Montiel, Nianzou, Marcao, Telles (Marcos Acuña 67′); Gudelj, Rakitic, Óliver Torres (Suso 84′); Isco (Papu Gómez 67′) y Lamela (En-Nesyri 79′). GOLES: 0-1 (53′) Gudelj. Árbitro: Iglesias Villanueva. Amonestó a los locales Ruiz de Galarreta y Raíllo y a los visitantes Montiel, Marcao y Lamela. Incidencias: Estadio de Son Moix de Palma de Mallorca El Number 1 del partido: Bono Sampaoli ha logrado cambiar al Sevilla. Y no, no hablamos a nivel táctico, más bien anímico. De hecho, el partido que completaron sus pupilos podría haberlo firmado Lopetegui, pero hoy sí que tuvo dos cosas de las que adolecía desde hace meses: fortuna y efectividad. Gudelj anotó con un tremendo golazo el único tiro a puerta de los hispalenses y Bono se volvió a poner la capa para evitar lo que, sin duda, habría podido suponer mínimo el empate. Y es que tras el buen partido en Dortmund había muchas ilusiones puestas en este Sevilla. La afición vuelve a estar motivada y con ganas de ver a su equipo, pero lo que se llevaría en la primera mitad sería su gozo en un pozo. No entró el Sevilla al encuentro. El Mallorca fue dominador de los primeros 15 minutos y si no llega a ser por la intervención de Bono habría tenido que remontar un marcador adverso.
Poco a poco y siempre desde un control anodino en ataque se fue metiendo en el partido. Lamela actuó de falso 9 y lo notó el Sevilla. Nadie amenazaba área, nadie fijaba centrales y nadie conseguía aparecer con éxito desde la segunda línea. Sumado a que Aguirre dispuso un sistema con tres centrales, el resultado fue contundente: 0 tiros a puerta en toda la primera mitad. Y fantasmas de Lopetegui sobrevolando por la isla. En la segunda no mejoró demasiado la puesta en escena, si bien ya empezó a tener el balón más en campo rival. El Mallorca estaba cómodo, asumía bien su rol desde el repliegue, pero todo iba a cambiar. Gudelj probó lo que pocas veces se había intentado con Lopetegui, chutar desde fuera del área. Y hoy la efectividad sí iba a sonreirle al Sevilla porque el serbio iba a hacer uno de los goles del campeonato. Su disparo entró por toda la escuadra. A partir de ahí el partido fue variando. Primero el Sevilla se sintió más cómodo desde el fútbol control, el Mallorca apenas robaba y salía. Los cambios no cambiaron mucho la cara al equipo y el paso de los minutos lo que provocó es que Aguirre soltara el freno de los suyos. Sería en los últimos 10 minutos de encuentro donde al Sevilla se le iban a ver las costuras, principalmente porque su ataque fue nulo. El Mallorca buscó el empate y lo habría conseguido si no llega a ser por Bono, que paró un mano a mano a Prats que habría sido gol semanas atrás. Hoy el marroquí demostró que su principal virtud, la reacción, sigue latente y le valió al Sevilla para lograr mantener la portería a cero. Siguieron los de Aguirre intentando lograr el gol pero de manera muy previsible y fácilmente defensible para los hispalenses, que acabaron bien en el descuento. Ahora toca trabajar desde la alegría y el optimismo que da la victoria. En solo tres días recibirá al Valencia, por lo que debe ponerse a punto cuanto antes. El Sevilla de Sampaoli quiere mirar hacia arriba y aunque cueste y no se consigan cosas a corto plazo, la idea es acabar instalándose entre los grandes del campeonato. Fe y tiempo, tiempo para trabajar. Eso es lo que necesita ahora mismo esta plantilla. Twitter: DAVID RUIZ @David_ruizm Fotos: Sevilla FC
