El Sevilla cayó ante la Real Sociedad en un partido que solo fue superior 5 minutos y que terminó con Ramos y Navas expulsados. El entrenador tiene las horas contadas después de volver a demostrar que su paso por el club ha sido un error. El club está desquiciado y se ve en todos los estamentos del club. La imagen fue, de nuevo, deplorable.
REAL SOCIEDAD: Remiro, Traoré (Aritz, minuto 84), Zubeldia, Le Normand, Aihen, Zubimendi, Merino (Turrientes, minuto 74), Brais Méndez, Barrenetxea (Zakharyan, minuto 67), Kubo (Ali Cho, minuto 84) y Sadiq (Oyarzabal, minuto 74). SEVILLA FC: Dmitrovic, Jesús Navas, Sergio Ramos, Badé (Nianzou, minuto 73), Pedrosa, Fernando (Rafa Mir, minuto 90), Soumaré (Óliver Torres, minuto 46), Rakitic, Lukebakio (Januzaj, minuto 73), Ocampos (Gattoni, minuto 90) y En-Nesyri. GOLES: 1-0, minuto 4: Dimitrovic p.p.; 2-0, minuto 22: Sadiq; 2-1, minuto 60: En-Nesyri. Árbitro: Miguel Ángel Ortiz Arias, del colegio madrileño. Amarillas para Merino y Traoré. Rojas directas a Sergio Ramos (minuto 88) y Jesús Navas (minuto 89) Incidencias: Estadio Reale Arena ante 40.000 espectadores El Number 1 del partido: Óliver Torres No se recuerdan muchos Sevilla tan deshechos como este de Diego Alonso en la historia del club. Parecía difícil empeorar una situación que con Mendilibar parecía haber tocado techo, pero se ha conseguido. Hoy por hoy la ilusión en la afición hispalense es 0, como la valentía para tomar decisiones de la directiva sevillista. Un club a la deriva que acumula error tras error, que cae en la precipitación y el desquicio y que se transmite a todos los niveles. Porque el partido del Sevilla hoy en San Sebastían solo sorprenderá a los que no han visto ni un minuto de este equipo de Diego Alonso. Es la nada. Un equipo que quiere salir jugando desde atrás pero que no le da ventajas ofensivas. Un equipo que no está trabajado defensivamente y que no rinde colectivamente en ninguna parcela. Jugadores por debajo de su nivel, desconectados y sin una hoja de ruta clara que no sea el desempeño individual.
El Sevilla está para otro tipo de guerras, está claro, pero esta ante la Real Sociedad le ha venido demasiado grande. Los locales se adelantaron con errores de Dmitrovic en el primero, que es una sombra de Bono, y de Sadiq con un golazo de fuera del área con mucha parsimonia defensiva sevillista. Con 2-0 el partido dibujó la misma cara de resignación que en encuentros recientes para el sevillista. Otra vez la misma historia. En la segunda mitad el Sevilla creció, pero más por la relajación de una Real que lo vio todo tan fácil que sabía que podía permitírselo. Óliver Torres cuajó un buen partido, pero el equipo no terminó de acompañarle. Acortó distancias En Nesyri con un gol de cabeza que rebotó en el defensor donostiarra y la reacción sevillista se dejó entrever, aunque de forma efímera. Durante 5-10 minutos el Sevilla se impuso a la Real. Pero fue entonces cuando Diego Alonso intervino para mal introduciendo a Januzaj, un claro ex futbolista, y restó mordiente al ataque. El partido se volvió a igualar y la Real volvió a sentir comodidad. A pesar de ello, estaba a un gol el Sevilla de empatar, por lo que en cualquier acción aislada podría darse el milagro, pero cuando un equipo no está bien le ocurren cosas extrañas y precisamente eso acabaría ocurriendo. Ramos era expulsado por una acción que el VAR vio como roja y en la misma jugada Navas, por protestar, también veía la expulsión. Dos jugadores a falta de 5 minutos que dinamitaban cualquier heróica sevillista. De nuevo un Sevilla lastrado por la vorágine negativa en la que se encuentra y a la que más lejos parece estar de salir. No parece que el entrenador vaya a continuar mucho más, el problema es que la solución es mucho más profunda. Twitter: DAVID RUIZ @David_ruizm Fotos: Q. Pérez-Ventana (@perezventana)
