El Sevilla FC se despide de la liga tras caer en casa ante el Athletic. Williams en un contragolpe final sentenció las ya escasas opciones hispalenses de alzarse como campeón. La desilusión por no pelear hasta el final la liga no debe empañar ni un ápice una temporada de sobresaliente, pero siempre quedará el sabor agridulce de caer el día menos apropiado. Unai Simón salvó a los vascos.
SEVILLA FC: Bono; Jesús Navas, Koundé, Diego Carlos (Óscar, 85′), Acuña; Fernando, Rakitic (Luuk de Jong, 67′); Suso (Jordán, 67′), Papu Gómez (Óliver Torres, 85′), Ocampos; En-Nesyri (Franco Vázquez, 81′). ATHLETIC CLUB: Unai Simón; De Marcos (Lekue, 69′), Núñez, Yeray, Balenziaga; Berenguer (Nico Williams, 63′), Vencedor, Vesga, Morcillo (Ibai, 63′); Raúl García (Sancet, 15′), Villalibre (Iñaki Williams, 69′) GOLES: 0-1 Williams min. 89 ÁRBITRO: Gil Manzano (extremeño). Mostró amarilla a Diego Carlos NÚMERO 1 DEL SEVILLA FC: Acuña El Sevilla FC despertó del sueño. Fue breve, pero intenso. La derrota ante el Athletic lo deja fuera, aunque no mátematicamente, de llevarse el título de liga. No fue buen partido de los de Lopetegui, aunque dispusieron de las mejores ocasiones y de una polémica que pudo decantar el devenir del encuentro. Ahora solo queda centrarse en ser terceros, pues solo derrotas inesperadas de los tres mastodontes devolvería el sueño imposible. No fue mal partido el que hizo el Sevilla, aunque esta vez Lopetegui falló en la dirección de campo con sus cambios. Los locales manejaron bien la primera mitad pese a encontrarse a un buen Athletic que le cerraba bien por dentro y le presionaba alto. Los desplazamientos en largo daban salida al Sevilla, que solo conseguía aparecer por fuera, con un buen Navas y un mejor Acuña.
El argentino fue lo mejor de un equipo que empieza a necesitar y mucho a su lateral para percutir en las defensas rivales. De sus botas nacieron dos centros que irían a parar a En Nesyri, dos centros cuyos remates serían atajados por el héroe de la noche, Unai Simón. El meta internacional estuvo soberbio. Lo intentó el Sevilla por todos los medios, pero no le dio para más en este primer periodo. En el segundo subió líneas y mejoró en cuanto a control de balón. El Athletic ya no salía en transiciones y, aunque los ataques no eran frecuentes, solo se jugaba en un campo. Unai Simón volvería a aparecer para atajar un disparo lejano del Papu, que no estuvo cómodo en el partido. El paso de los minutos apremiaba a un Lopetegui que decidió hacer cambios pocos productivos. Se pasó a jugar con dos puntas y el equipo bajó prestaciones. También Marcelino había movido el banquillo y su lectura fue mejor. El Sevilla dejó de dominar tan claramente y sus llegadas desaparecieron. La más clara sería una mano en el área del Athletic que Gil Manzano decidió no pitar y que desde el VAR tampoco le corrigieron. Polémicas aparte, el equipo sevillista no inquietó la meta vasca y se llegó a los minutos finales con un equipo volcado a la desesperada y totalmente descubierto. Y en una de esas iba a llegar la puntilla del Athletic. Sancet y Williams condujeron un contragolpe letal que iba a acabar en gol y en desilusión sevillista. Se esfumaba el sueño y lo hacía tras una derrota inesperada, justo la semana que más ilusión había en el sevillismo por llegar a Valdebebas con opciones. Ahora solo toca levantar la cabeza, pelear por la tercera plaza y aplaudir. Porque, pase lo que pase, lo que ha hecho este Sevilla es de sobresaliente. Por : DAVID RUIZ Fotos : QUICO PÉREZ-VENTANA @perezventana by @Number1Sport
