El Sevilla FC está en semifinales de Europa League tras superar con claridad al Manchester United. En uno de los mejores partidos de los sevillistas en los últimos años, los de Mendilibar lograron empequeñecer a los ingleses y superarlos en todos los aspectos. La conjunción entre la grada y el equipo fue extraordinaria. Ahora, la Juventus.
SEVILLA FC: Bono, Navas, Marcao (Suso, min. 28), Badé, Acuña (Álex Telles, min. 84), Fernando, Gudelj, Rakitic, Ocampos, Lamela (Bryan Gil, min. 80), En-Nesyri. MANCHESTER: De Gea, Dalot, Maguire, Lindelof, Wan-Bissaka (min. 46), Casemiro, Sabitzer (Fredm min. 68), Eriksen, Sancho (Rashford, min. 46), Antony, Martial (Weghorst, min. 54). GOLES: 1-0: En-Nesyri, min. 7. 2-0: Badé, min. 46. 3-0: En-Nesyiri, min. 81 Árbitro: Artur Días, de la federación portuguesa. Amarillas para Bono, Casemiro, Antony y Maguire. Incidencias: Estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante 41.000 espectadores. El Number 1 del partido: En Nesyri Si uno echa la vista atrás y despolva el baúl de la memoria seguro que no le saldrán más de cinco partidos mejores que el de esta noche. El Sevilla hizo felices a sus aficionados demostrándoles cómo afrontar una eliminatoria y cómo hacer realidad lo que para otros es utopía. Porque si el Sevilla está en semifinales es porque creyó y, sobre todo, pudo. Gracias a una conjunción perfecta solo vista en noches contadas. Y es que, sin duda alguna, el sevillista recordará lo de anoche, y lo hará para la eternidad. Con el peor Sevilla de los últimos años, con hasta tres entrenadores que pasan en la temporada, con el descenso a la vuelta de la esquina…pero capaz de poner su impronta en Europa. Porque el Sevilla se transforma en su competición. Todos creen, desde el utillero hasta el presidente. Todos alimentados por su afición. Una afición que marcó el primer tanto en la previa, incluso se podría decir que desde el pitido final de la ida en Manchester. El convencimiento de que se pasaría a semifinales fue in crescendo. Poco a poco se fueron sumando jugadores con sus declaraciones hasta generar el caldo de cultivo ideal que se vivió desde que los jugadores de ambos equipos salieron al campo. El ambiente fue espectacular, de lo mejor que se puede ver en Europa.
La atmósfera era tan positiva que solo faltaba que el equipo acompañara, que saliera un buen partido, y salió un partido inolvidable. No hubo ningún jugador que desentonara, todos estuvieron a la perfección. Mendilibar dibujó el escenario perfecto para comerse el United y sus pupilos lo siguieron a rajatabla. Atacaron las lagunas de su rival, defendieron bien sus virtudes y se impusieron a golpe de martillo. En Nesyri, que acabaría siendo bigoleador, abriría la lata tras un error de De Gea y Maguire, motivado por una excelente presión sevillista. Sería solo el comienzo. El United no sabía cómo superar al Sevilla. Y eso que Marçao se marchó lesionado y hubo que reestructurar la situación. Nada, cero sufrimiento. Incluso se le anuló un segundo tanto al Sevilla en la primera mitad por fuera de juego. Todo daba igual, la eliminatoria era suya. Badé haría el segundo tras comenzar la segunda parte en lo que estaba siendo un baño sin paliativos. El United necesitaba dos para igualar la eliminatoria, pero lo que estaba más cerca era el tercero. El Sevilla defendía con uñas y dientes y atacaba con velocidad. Las asociaciones eran rápidas, indetectables. No había ni un jugador que no jugara con inteligencia, que no entendiera lo que requería cada jugada y que no mostrara solidaridad. El tercero y definitivo llegaría tras un error de De Gea en el despeje que aprovecharía En Nesyri. Un gol que supuso el respiro definitivo (solo para los incrédulos) para verse en semifinales. Un gol que puso el broche a una noche mágica. La noche perfecta, la noche más necesaria de esta temporada. Si había una competición que podía cambiar el rumbo de este Sevilla esta era, como no podía ser de otra forma, su Europa League. Lo volvió a hacer. Twitter: DAVID RUIZ @David_ruizm Fotos: Q. Pérez-Ventana (@perezventana)
