Quince años han pasado desde aquel memorable 27 de abril, jueves de Feria, con el inolvidable gol del añorado Antonio Puerta. El sevillismo vive otro 27 de abril mágico, quince años después, en Champions y luchando por LaLiga.
«Vender para crecer». Palabras del José María del Nido Benavente, aquel Presidente ‘loco’ que cambió la historia del Sevilla FC para que desde que se sentara por primera vez en le sillón presidencial nada fuera igual. Con el legado de Roberto Alés, pero siendo capaz de dar ese paso al frente que tanto necesitaba la institución de Nervión para dejar de ser uno más de LaLiga para convertirse en un grande de España y Europa.
Atrás quedaba el cántico «otro año igual, otro año igual», los lamentos por esa clasificación que pudo ser, pero no fue, el festejar un sexto puesto… porque la historia del Sevilla FC ha cambiado en esta última década siendo uno de los grandes de nuestra Liga y un referente en la Europa futbolística, esa que se ha tenido que rendir ante el Rey de la UEFA Europa League. Pero haciendo lo más complicado cuando se alcanza el éxito, que no es llegar, sino mantenerse como decía el gran Luis Arconada.
El Sevilla FC ha llegado a la cima y se está manteniendo en ella desde que en el año 2005 conquistó aquella UEFA que cambió la vida del Sevilla y los sevillistas. Desde entonces, en Nervión enseñaron que no hay objetivo imposible y que lo mejor siempre está por llegar. Y ese momento dulce y sin techo de los sevillistas coincide con donde comenzó todo, con aquel 27 de abril de 2006, el día que con todo perdido, Antonio Puerta fue, una vez más, esa persona capaz de hacer magia sin necesidad de trucos con aquel zurdazo que convirtió aquel jueves de Feria en la noche más larga en el recuerdo de los sevillistas, tanto que aún perdura grabada en nuestras retinas.
Aquella semifinal ante el Schalke 04, aquel gol del recordado Antonio Puerta que dio paso a la final de la UEFA en lo que sin duda fue el cimiento más firme de una entidad sin techo alguno, con un Presidente ambicioso y un director deportivo único, que dejaron el camino hecho a las nuevas generaciones, con esas estructuras que hasta ese momento no habían estado estables en el Ramón Sánchez Pizjuán y que a día de hoy, con Pepe Castro en la presidencia siguen siendo sólidas.
Quince años han pasado desde entonces, desde aquel gol, el más repetido y mencionado por los sevillistas, ya que si bien no fue en una final, si fue el que permitió jugarla y ganarla, el gol más importante en la Historia del Sevilla FC. Todo ello hasta este momento dulce, único e increíble que vive el sevillismo y el Sevilla FC, con algo que desde la época gloriosa de Juande Ramos no sucedía: pelear por LaLiga y estar a falta de cinco jornadas clasificado para jugar, otro año más, la Champions League.
Con un final de Liga de los que hacen época, con una igualdad máxima: Atlético de Madrid 73 puntos, Real Madrid y Barcelona 71, en el caso de los azulgranas, con un partido menos, y el equipo de Julen Lopetegui con 70 puntos. Y con esa jornada 35 que será clave cuando se enfrente los cuatro de arriba, es decir, Barcelona-Atlético y Madrid-Sevilla, casi nada, con ventaja a estos últimos que cuando se midan ya sabrán lo que hayan hecho el día anterior azulgranas y rojiblancos.
Con unos registros espectaculares para los de Lopetegui sumando en la segunda vuelta once victorias, un empate y apenas dos derrotas. El técnico vasco además puede seguir haciendo historia y rompiendo registros ya que además de tener opciones de ganar LaLiga, puede sumar más puntos que Emery que logró 76. Además, la condición de tapado por parte del Sevilla FC puede jugar un papel importantísimo en lo que sin duda es uno de los finales más trepidantes e igualados de la Historia de LaLiga.
Por: JOSÉ MIGUEL MUÑOZ @tara11iker
Foto: Diario de Sevilla
