INDEPENDENCIA, PACIENCIA E INDIFERENCIA. Por Fermín Hevia.
No se alarmen, ésto no va de política, aunque sea el tema preponderante ahora que ha venido el tan cacareado cambio. Tampoco voy a propugnar la independencia del Sevilla Fútbol Club de la LFP (Sevilla Ta Askatuta), aunque posiblemente nos iría mejor jugando en la liga portuguesa o conformando una liga real, dejando a los dos grandes fuera, que jueguen entre ellos.
Ésto va de fútbol, sólo de eso. Va de mi Sevilla, de tu Sevilla, de quien lo dirige y quien lo entrena, va de corporativismo, de sentimiento, de lógica empresarial y de ilógica deportiva.
¿Hasta cuándo hay que tener paciencia con un profesional? Extrapólenlo a su día a día, a su trabajo, a su empresa. Contratan ustedes a un director de operaciones para que reorganice su empresa, le dan un plazo razonable y le piden resultados. Al principio, los resultados comienzan a llegar, posiblemente más por inercia y por ganas de agradar de los nuevos subordinados que por otra cosa, pero al cabo de pocos meses, se ve que las capacidades organizativas de su flamante empleado no son tan buenas como parecían. Mantiene en el puesto a gente que, habiéndolo dado todo por la empresa, tiene ya próxima la jubilación y no tiene la energía necesaria para darle el nuevo impulso que necesita; también a otros empleados acomodados, viviendo de los resultados que tuvieron en años de bonanza, pero que ahora carecen de esas ganas que tenían antes. Ha habido nuevas contrataciones, pero mucha rotación. Prácticamente ninguno de los empleados que vinieron, pese a tener sueldos elevados y venir con marchamo de grandes profesionales, ha funcionado, y ha implicado que se haya recurrido a despidos sonados y a partidas presupuestarias en materia de indemnizaciones y salarios muy por encima de las previsiones iniciales. Y está el que tenía que poner orden en todo esto, que venía con un discurso renovador y enérgico, pero que, poco a poco, se va pareciendo estrepitosamente a los que lo antecedieron y no parece que tenga muchos más mimbres. ¿Les suena?
¿Quién es el responsable? ¿El entrenador, que alinea, prepara físicamente y posiciona o el que lo ficha y le da las piezas con las que debe jugar?
Aquí hay dos ideas claramente contrapuestas: Si Marcelino es un profesional independiente que no vive a la sombra del dictamen de una secretaría técnica, entonces no es un entrenador válido para el Sevilla Fútbol Club, al menos por lo que ha demostrado hasta ahora. No pone a los que están mejor, no adapta su sistema a los futbolistas que tiene y, las ideas que repite una y otra vez en rueda de prensa sobre lo que él quiere que sea su Sevilla, no las pone en juego cuando los futbolistas saltan al campo, sea por incapacidad o porque no hace lo que dice que pretende hacer.
En contraposición, estaría la otra idea: que Marcelino no sea un profesional independiente, que la forma de jugar y de dirigir venga marcada por criterios que no son propios. Ésto, que levanta ampollas, hay que matizarlo. Si Marcelino se encuentra cuando llega con una plantilla configurada para otro entrenador, si el único fichaje que pide (por activa, por pasiva, en público y en privado) no viene y, además, el Sevilla Fútbol Club como entidad nunca, EN NINGÚN MOMENTO va en serio a por él, si hay un empeño, por encima del tipo de futbolista que hay en la plantilla, de mantener un sistema de juego que no funciona y para el cual los futbolistas no están adaptados, ciñéndose a alinear futbolistas, entonces, Marcelino NO ES INDEPENDIENTE. Si un entrenador no participa de los fichajes (y echen la vista atrás para ver quién fue el último que lo hizo), si el sistema de juego es inmutable a lo largo de los años, independientemente de la configuración de plantilla que tengas, si cacareas una cosa en sala de prensa, pero después no la llevas a cabo, lo siento Marcelino (o Jiménez, o Álvarez, o Manzano o el que sea) pero tú no eres independiente.
¿Significa esto que hay que echar a Marcelino? No. No creo que nadie esté pidiendo su cabeza a estas alturas. Merece un margen de confianza, si bien lo está lacrando partido a partido. ¿Significa esto que hay que esperar hasta el mes de Mayo para ver el resultado y entonces tomar decisiones? Entonces, ¿por qué se echó a Jiménez y a Álvarez? ¿Por qué se destituyen entrenadores cada temporada? ¿Esperamos a finalizar la temporada en el 10º puesto para ver que la cosa no ha ido como se esperaba?
En el fútbol, como en la vida, hay que tener independencia, siempre dentro de unos límites. Muy honorable lo de Bielsa: Si en el Sevilla no me dejan entrenar como quiero, entonces no soy el entrenador adecuado para el Sevilla.
En el fútbol hay que ser paciente, ni por una buena racha ganarás una competición como la Liga, ni por una mala racha bajarás de categoría, siempre, eso sí, supeditado a una entrega en el campo y a hacer todo lo que se pueda para ganar, y ésto último no lo estamos viendo.
En el fútbol NUNCA hay que ser indiferente. La afición es soberana. Tenemos derecho a opinar, a protestar y a poner de manifiesto lo que no vemos justo o lo que es incoherente. La indiferencia ha metido a equipos en situaciones concursales, ha aborregado a directivas y ha hecho que planificaciones a medias lastren temporadas que, potencialmente, eran ilusionantes.
Por cierto, volviendo al ejemplo de la empresa de antes ¿por qué nadie mira al director de recursos humanos que ha contratado a todos estos?
Fermín Hevia. @Ninjalepero
