Nunca lo tendrá tan cerca para alcanzar un título el Sevilla FC que hizo un primer tiempo de fábula, sufrió en el segundo y terminó cayendo en la tanda de penaltis ante el siempre poderoso Manchester City de Guardiola.
MANCHESTER CITY FC: Ederson, Walker, Akanji, Gvardiol, Aké, Kovacic, Rodrigo, Palmer (Álvarez, minuto 85), Foden, Grealish y Haaland.
SEVILLA FC: Bono, Jesús Navas (Montiel, minuto 83), Badé, Gudelj, Acuña, Joan Jordán, Rakitic, Ocampos, Óliver Torres (Juanlu, minuto 74), Lamela (Suso, minuto 90+3) y En-Nesyri (Rafa Mir, minuto 90+3).
GOLES: 0-1, minuto 25: En-Nesyri; 1-1, minuto 63: Palmer.
PENALTIS: 1-0, Haaland; 1-1, Ocampos; 2-1, Julián Álvarez; 2-2, Rafa Mir; 3-2, Kovacic; 3-3, Rakitic; 4-3, Grealish; 4-4, Montiel; 5-4, Walker (toca Bono pero entra); 5-4, Gudelj (al larguero).
ÁRBITRO: François Letexier, de la federación francesa. Amarillas para Badé, Lamela y Juanlu.
Una pena lo del Sevilla FC que perdió la final de la Supercopa de Europa ante el Manchester City después de acariciar el título durante muchísimos minutos, algo que sin duda llamó la atención desde el comienzo del encuentro ya que el gran favorito para el título era el City de Guardiola. El planteamiento de Mendilibar fue valiente y arriesgado, presionando arriba desde el minuto uno del partido, poniendo en muchísimos aprietos al mejor equipo del mundo en estos momentos, y demostrando que si alguien sabe cómo jugar una final ese es el Sevilla FC.
Y es que nunca lo tuvo más carca el Sevilla FC para ganar una final dando un ejemplo de lo que es este equipo cuando sale a competir a Europa, capaz de ganar siete Europa Leasgues y de poner en aprietos al mismísimo Manchester City, el equipo más poderosos de Europa y referente en estos momentos como vigente campeón de la UEFA Champions League, un equipo hecho a la imagen y semejanza de Pep Guardiola que no se le recuerda un partido con similar sufrimiento al que tuvo ante los sevillistas.
El primer tiempo sorprendió ya que no comenzó como todo el mundo esperaba con un City volcado sobre la meta de Bono. Fue todo lo contrario, un Sevilla ofensivo y presionando muy adelantado a su rival que pasaba muchos apuros en la salida de balón, uno de los fuertes del equipo inglés. Esto trastocó los planes de Pep Guardiola que ni salía de su hombro ante el planteamiento de su homónimo sevillista José Luis Mendilibar, un técnico que está demostrando estar hecho a la imagen y semejanza del actual Sevilla, lo salvó el año pasado hasta hacerlo campeón de la Europa League y en esta final estuvo más carca de nunca de seguir haciendo historia.
El Sevilla FC perdió como más duele, estando tan cerca y a la vez tan lejos de la Supercopa de Europa, mereciendo mucho más y cayendo en los penaltis, en el quinto y definitivo y encontrando en el larguero el dolor más profundo, deportivamente hablando, para un equipo que eso sí, puede sentirse orgulloso de caer con honor, con mucho honor ante un rival muy potente y al que tuvo siempre ante las cuerdas.
A los 23 minutos, el empuje sevillista tuvo el premio. Balón que le llega a Acuña que pone un centro medido a la primera sobre el centro del área del City donde entre dos defensas rivales se alza al cielo de Grecia, En-Nesyri para de certero cabezazo poner el balón junto a la base del poste derecho del meta del Manchester City que nada puede hacer ante tan impecable remate. El Sevilla se pone por delante ante un incrédulo Guardiola que ve como su rival le está superando desde el comienzo del choque.Con este resultado se llegaba al descanso.
El comienzo de la segunda mitad fue otra historia aunque eso sí, teniendo el equipo nervionense sus opciones ya que En-Nesyri disfrutó de dos ocasiones para terminar de matar el partido pero en ambas ocasiones un certero Ederson lo evitó. Comenzaba el City a buscar tranquilidad ante tanto peligro. El equipo de Mendilibar seguía siendo mejor pero en ese instante llegó el castigo más severo con el gol del empate del City.
De lo que podría haber sido el cero a dos llegó el empate a uno al batir Palmer a Bono tras un centro lateral de Rodri que el citado Palmer cabeceaba a la red. Comenzaba nuevamente el partido con varias embestidas inglesas ante un conjunto sevillista que comenzaba a sufrir como no lo había hecho antes. Tocaba sufrir ante un City volcado sobre el área hispalense pero sin que el marcador se moviera hasta el final del choque y llegando a la tanda de penaltis para dilucidar quien era el campeón de la Supercopa de Europa, si el City, ganador de la Champions League, o el Sevilla, campeón de la Europa League.
Los porteros que parecían decisivos en la tanda de penalti no lo fueron ante unos lanzadores muy certeros. Parecía que se llegaría a la muerte súbita tras el último penalti, pero el lanzamiento de Gudelj, uno de los especialistas y con buena pegada, veía como su lanzamiento se estrellaba en el larguero, proclamándose el Manchester City campeón de la Supercopa de Europa y dejando al Sevilla FC como un digno finalista y merecedor de mucho más para un equipo que cayó pero lo hizo como siempre… con honor.
Por: JOSÉ MIGUEL MUÑOZ @tara11iker
Foto: Cope y El Español
